Durante el Carnaval de Tepoztlán, la recaudación por el cobro de espacios comerciales asciende a alrededor de cuatro millones de pesos, los cuales no tienen un seguimiento o auditoría, debido a que no ingresan a las arcas municipales, pues son los organizadores del mismo quienes llevan las cuentas.
Luego de tres años de suspensión, debido a la pandemia, este 2023 regresó el carnaval a este municipio. Para la realización de esta festividad los espacios para venta de bebidas alcohólicas se cobraron entre diez y 14 mil pesos en compra directa, pero alcanzaron hasta los 50 mil en reventa, revelaron de forma anónima algunos comerciantes.
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Durante una visita al carnaval de Tepoztlán por parte de El Sol de Cuernavaca, en el área de venta de bebidas alcohólicas se observaron 20 puestos, es decir, el mínimo recaudado fue de 200 mil pesos y el máximo un millón.
En tanto, los comerciantes de comida, ropa, artesanías, dulces, bisutería y hasta electrónicos, que fueron instalados en la calle 5 de mayo principalmente, indicaron que la cuota fue de tres mil 600 pesos en venta directa, pero en reventa llegaron a costar hasta 15 mil pesos. Es decir, una recaudación de hasta tres millones de pesos.
La venta de estos espacios es administrada por cuatro comparsas de igual número de barrios: Unión y Paz (San Miguel), Anáhuac, Barrio de Santo Domingo, América Central (La Santísima), y la de Santa Cruz, agrupadas en la llamada Comparsas Unidas de Tepoztlán.
Los Mayordomos (representantes de las iglesias de los barrios) y carnavaleros, representantes civiles de los barrios, son los responsables de comercializar todos los espacios de venta durante el carnaval.
La colocación de juegos mecánicos también tiene un costo de entre 500 y 700 mil pesos para poder instalarse, dijo una fuente informativa del municipio.
A estos ingresos se suman los estacionamientos, los cuales si bien no pagaron “cuota”, representaron un beneficio para los lugareños, ya que durante el recorrido de El Sol de Cuernavaca, se observaron portones abiertos en los que cabían cuatro y hasta diez vehículos. El cobro para los usuarios fue de 150 pesos durante el día por tiempo ilimitado y 20 pesos cada hora a partir de las 21:00 horas, según se anunciaba en los propios carteles de los lugares.
El área de comunicación social del municipio fue consultada para saber cómo fue la distribución del espacio de venta de alcohol, sin embargo dijeron no contar con la información ya que el tema quedó en manos de los “carnavaleros”.
La recolección de basura y la vigilancia, quedó a cargo del municipio. De acuerdo con algunos trabajadores de recolección, durante el carnaval se incrementa hasta en cinco veces la cantidad de desechos.
En el tema de seguridad, el día sábado se informó que se dispuso de los elementos de seguridad con los que cuenta el Ayuntamiento, además de elementos de protección civil.
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La noche del sábado las cuatro comparsas anunciaron la cancelación del brinco del chinelo, esto debido a que no estaba garantizada la seguridad. Sin embargo, el carnaval continuó pesé a que no hubo brinco.
El domingo 19 de febrero, de nueva cuenta en un recorrido de El Sol de Cuernavaca, se pudo observar la llegada de un camión con elementos de la Guardia Nacional y uno con militares, debido a la cantidad de gente que se dio cita y al reporte de diversas anomalías ocurridas durante el primer día de carnaval.
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