El estado de Morelos está repleto de antiguos templos y conventos, muchos de ellos cuentan con más de 500 años de historia, un claro ejemplo es la Ruta de los Conventos, la cual desde el 19 de septiembre de 2017 se ha visto severamente perjudicada por la parálisis en los trabajos de reconstrucción.
La Diócesis de Cuernavaca denunció que al día de hoy, las autoridades tanto estatales como federales se han olvidado de estos trabajos tan importantes, no sólo en un ámbito religioso sino también social e histórico.
En las faldas del imponente volcán Popocatépetl, que comparte Morelos con los estados de Puebla y el Estado de México, hay 11 monasterios construidos durante el Siglo XVI por las órdenes dominicas, agustinas y franciscanas dedicadas a la evangelización de los pueblos autóctonos; si bien son más de 11 los que conforman la Ruta de los Conventos, son 11 los que pertenecen la entidad morelense y que se vieron afectados en su estructura por el sismo del 2017.
En 1994 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (abreviado internacionalmente como Unesco), los reconoció como Patrimonio Mundial, la Secretaría de Cultura informó, que esto se debió ya que a pesar de haber sido construidos hace más de 500 años se encontraban en un excelente estado de conservación; ésta denominación ha logrado que otros países a través de sus embajadas donen recursos para continuar los trabajos de restauración aunque no en toda su edificación.
Al respecto, el vicario de la iglesia diocesana, el padre Tomás Toral Nájera, reconoció que temas pendientes como la reconstrucción se han ocultado en relación al tema principal de salud que esta acontenciendo; sin embargo, como Diócesis y estado, siendo uno de los más afectados por el siniestro, hoy están parados.
Señaló que en algunos se ha logrado restaurar ciertas áreas, como es el caso del Monasterio de Tepoztlán, conocido también como exconvento de la Natividad, pero por donaciones externas; a partir de este lunes 15 de febrero en Tepoztlán comenzarán los trabajos pero más allá del templo, son recursos para reparar el atrio, y la barda perimetral, cuestiones externas al templo como tal.
A pregunta expresa, el presbítero denunció que las autoridades federales y estatales se han olvidado de la reconstrucción, toda vez que a estas alturas se esperaba los trabajos tendrían un gran avance o habrían concluido, liberando los recursos suficientes por parte del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
“Prácticamente no hay en este momento, alguien de las autoridades que diga: 'ya vamos a continuar' o 'si no es bajo este recurso, bajo que otros mecanismos vamos a implementar los trabajos'. El problema de estos monumentos, es que pasa el tiempo, el sol, la lluvia, lo que los deteriora de otra manera si no se efectúa el trabajo que se tiene que hacer para su reconstrucción”.