Después de un "Buen Fin" de violencia que dejó más de una decena de muertos y alrededor de 20 asaltos, el fútbol llegó para unir aunque fuera un par de horas a los morelenses. La megapantalla instalada en la Plaza de Armas de Cuernavaca, proyectaba desde casi una hora antes la imagen desde Qatar, donde la selección mexicana de futbol enfrentaría a la de Polonia. En la primera fila, por supuesto, se encontraba el gobernador Cuauhtémoc Blanco y buena parte de su gabinete; aliados entre diputadas, su hermano y dirigente informal de Morena en el estado, Ulises Bravo.

Sentado en primera fila junto a sus colaboradores y colaboracionistas, al “Cuau” se le veía nervioso, incluso hasta enojado, cuando a los seleccionados se les escapaba la anotación, a tal grado que el gobernador mentaba madres con la clásica seña y brazo derecho arriba:”¡Chingada madreee!”.

Se paraba, se reacomodaba en su silla, miraba a la izquierda, miraba a la derecha, hacia atrás como pretendiendo estar en la línea de juego: "pásasela, pásasela, pásasela", gritaba, pero ningún jugador le hacía caso.

Así se veía el rostro de Cuauhtémoc Blanco en la plaza cívica del “General Emiliano Zapata”, tratando de “liderar” a una selección que se encontraba en Qatar, sudando la verde para tratar de meter el primer gol a como diera lugar, pero no fue así; los minutos se consumían continuamente y las gotas de sudor empezaban a surcar por su cara; las muecas se reflejaban continuamente y su enojo se manifestaba aún más.

Y aunque no era un bar en donde hubiera cerveza y licor para mitigar la sed e incluso la frustración de los ahí presentes, fue el otro “Var” el que causó silencio total en todos los espectadores al declarar el árbitro que: “si fue penal”.

Chiflidos, mentadas y gritos estridentes contra la decisión del nazareno obligó a invitados especiales y no especiales, incluso al propio Cuauhtémoc, a reacomodar sus sillas al ver a Lewandovski acomodar el balón en el círculo de penal y tratar de anotar el primer gol de Polonia.

“(…) ahí va a tirar el mejor hombre que sabe de su capacidad, de su gran historial, del hombre del Barcelona que la rompió años y años en el Bayern. Es el momento preciso para el equipo polaco, se prepara Lewandovski, se mueve en la línea Memo, es un buen detenedor, tira y Memo, Memo, Memoooo… la detiene, la detieneee”, narró entusiasmado Enrique "El Perro" Bermúdez.

Memo Ochoa se vistió de gloria al parar el balonazo del mejor delantero del momento. Situación que hizo al gobernador saltar del asiento y elevar sus manos agradeciendo a Dios su plegaria; plegarias que muchos morelenses le han pedido al que fuera “su ídolo” para salvar a Morelos de la miseria, inseguridad e injusticia.

Cuauhtémoc y sus séquitos celebraron como nunca, por lo que un hombre hizo en Qatar, mientras durante 97 minutos las actividades en el Ejecutivo quedaron paralizadas.

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