Beto, el Perro Guardián nació de una idea “gringa” que busca la prevención del delito a través de un personaje amigable con los menores de preescolar, primaria y secundaria, quienes aprendían desde cómo cruzar la calle hasta decir no a un desconocido y denunciar si eran víctimas de abuso sexual.
El programa se implementó en la capital del estado durante la administración del expresidente Jesús Giles Sánchez.
“Estábamos en el auditorio de la extinta Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Metropolitano, precisamente viendo quién podría ser ese personaje, cuando va el comandante preguntando qué en dónde las podría colocar, y ahí le dijeron 'ah, ya llegó el que hará de Beto el Perro Guardián', en ese entonces era policía municipal”, relata Rogelio Juárez, quien trabajaba en la secretaría en ese tiempo.
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Este personaje que llegó a ser icónico en la ciudad, en la actualidad poco sale, de pronto visita las escuelas para realizar una que otra actividad, pero el policía que cargaba la botarga y hacía la voz ya no es el mismo de aquellos años.
¿Quién era Beto el Perro Guardián?
Durante el arranque del programa, Beto era el personificado por el policía Moncayo, quien daba voz a un perro alto que vestía traje de policía color gris, con rostro y patas de un perro color café, de grandes ojos; a veces cambiaba su uniforme por el de un policía de tránsito municipal o traje de bombero, dependiendo la actividad a realizar.
Moncayo fue elegido al azar, considerando su altura y complexión. Después fue capacitado en cuanto a su forma de hablar, dirigirse hacia las niñas y niños; en ese momento su empleo era de un policía preventivo, que con el tiempo subió al grado de comandante.
Rogelio comparte que el no saber quién era en realidad el personaje causaba gran expectativa en los menores que tomaban clases en los planteles a visitar; “hacía su entrada triunfal, los niños ponían su cara de alegría cuando les decían: 'y ahora con ustedes, el Perro Beto,el Guardián de Cuernavaca'; no sabes, era una algarabía tremenda, sobre todo en los niños de preescolar y primaria, los de secundaria era otro rollo”.
Beto fue siempre tratado como “el mejor amigo del hombre”.
¿De qué hablaba?
El policía Moncayo se preparaba en los temas que iba a tratar con los menores; en secundarias la prevención de adicciones, por ejemplo. En preescolar y primaria les mostraban el número de emergencias en caso de requerir, prevenir quemaduras en la cocina, el uso de pirotecnia, cruzar correctamente las calles, la importancia de las reglas viales como el semáforo, banquetas, entre otras.
“Tengo una gran satisfacción de haber convivido con este personaje, lo conocí con máscara y sin máscara, con botarga y sin botarga; la verdad contribuyó mucho a esa cercanía con la prevención del delito. La intención era enseñar a los niños a no dejarse manipular por un adulto y no sufriera una anomalía a su integridad física, todo por medio de una mascota”.
Final trágico
El policía preventivo y luego comandante Manuel Moncayo terminó con su vida años después, cuenta Luis Alberto Beltrán, responsable de Comunicación Social en aquellos años. Luego lo suplió Germán, quien ya se jubiló, hasta el último año de la administración de Antonio Villalobos.
Respetado por todos
En el 2006 Luis Alberto Beltrán, quien era el responsable del área de Comunicación Social, cuenta que había otros personajes como Rhino el Bombero, que era un rinoceronte; Protector, que era un robocop; y Pepe Pillo, que era un “caco”, pero el personaje principal era Beto el Perro Guardián. Las visitas en las escuelas eran toda una obra de teatro en donde primero salía Pepe Pillo.
Rhino les platicaba de lo peligroso que era acercarse a la estufa, el gas; Protector bajaba de un helicóptero para decirles que sus padres no tenían derecho a golpearlos o dañarlos, y al final Beto el Perro Guardián, que les daba consejos sobre a qué número llamar en caso de emergencias.
Recuperar la confianza
Beltrán, comparte que la intención del programa era también recuperar la confianza ciudadana hacia la policía, recuperar el respeto hacia las corporaciones policiacas de la ciudad.
Pero lamentó que una nueva administración municipal decidió poner fin al programa, por lo que despidió a algunos de los personajes, a otros más los enviaron a sus áreas, que era la Policía Preventiva, Tránsito y Bomberos. “En la época de Cuauhtémoc Blanco no estaba el programa, de ahí hasta Antonio Villalobos se retomó el personaje, pero ya era muy complicado entrar a las escuelas, primero por el Covid”.
Con Villalobos, se sumó el personaje de su “pareja llamada Bety”, pero ya sin la visita a las escuelas.
Sólo en ocasiones especiales
En respuesta, Samantha Popoca, responsable de la Prevención del Delito en la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca (Seprac), dijo que la botarga de Beto el Perro Guardián, únicamente sale en ocasiones especiales como los “circuitos viales”, en donde la comunidad escolar debe aplicar lo aprendido de manera previa.
El programa “integral” puede llevar varias semanas en una misma escuela, pues se trabaja primero con los padres de familia, alumnos y trabajadores, mostrándoles las reglas de vialidad y una vez que han aprendido se convoca a un un “circuito vial” dentro del plantel.
“Todos llevan sus bicicletas y sus triciclos a las escuelas, y ahí llega Beto, también ha salido a cruceros con campañas de 1x1. Invita a los cursos de verano, es una figura que aplicamos una vez que queremos llegar a los niños”.
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