Élder Nicklaus, estadounidense de 21 años, nacido en California, se levanta todos los días a las 06:00 horas, sabiendo lo que le espera: caminar cerca de 11 horas, predicando y prestando servicio a la comunidad. Desde que llegó a México, hace 22 meses, Nicklaus ha bajado 24 kilos.
“Sí es desgastante, la verdad, pero es por una causa muy buena", afirma el joven, en un español fluido y con una sonrisa.
Nicklaus es uno de los 126 misioneros que actualmente habita en Morelos. Sentado junto a sus compañeros, el joven espera volver a casa en unos dos meses, retomar su carrera en Aeronáutica y Sistemas Computacionales, y encontrar una novia.
-Pero todavía no-, dice con la misma sonrisa.
LAS MISIONES
La misión de un "Élder" dura dos años, mientras que la de una "Hermana" es de uno año y medio. De acuerdo con Pablo Díaz, director de Asuntos Públicos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Morelos, los hombres pueden empezar su misión cuando cumplen los 18, mientras que las mujeres esperan uno más. Sin embargo, no todos llegan a salir de su país de origen, para hacerlo deben pasar por varias entrevistas y estar preparados física y mentalmente.
Hay jornadas que son extenuantes, como el caminar largas distancias bajo las inclemencias del sol, del calor, del frío, la lluvia; hay ocasiones que padecen un desfase de alimentos, así que si no tienes buena salud sí es vulnerable, y tampoco se trata de flagelarse, sino de que sea una experiencia gratificante para poder crecer
Durante la misión, deben mantener una dieta saludable, evitar sustancias y alimentos que causen adicción. Los tacos al pastor, sin embargo, se han convertido en una excepción.
El apóstol Pablo nos enseñó que un cuerpo es un templo y debemos cuidarlo, así que nos abstenemos de sustancias como el alcohol, el café, tabaco, té verde, té negro, cosas que puedan convertirse en adicciones
Élder Skinner, de 20 años, cuya misión empezó hace 17 meses
-¿Y los tacos al pastor?
-Con prudencia
MEJORES PERSONAS
Más allá de convivir en la misma religión, los Élderes están unidos por el deseo de transformar sus vidas. Ese impulso los hizo tomar la decisión de separarse de sus familias y partir lejos de casa, sin saber las cosas que vivirían. No siempre es fácil, de hecho, hay momentos difíciles que sólo han podido superar, según explican, a través de la oración.
“Mi nivel de espiritualidad ha aumentado más, he sentido más amor por las personas”, sostiene la Hermana Torrecilla, una joven veracruzana de 23 años, cuya misión concluirá dentro de cinco meses.
Cada día, ellos con sus camisas y corbatas y ellas con sus vestidos, "Élderes" y "Hermanas" salen a las calles a predicar y prestar servicio a la comunidad. Aunque a veces lo primero no resulta de todo satisfactorio, un pequeño gesto de agradecimiento por parte de la gente hace que todo valga la pena.
126 misioneros hay en la entidad
24 meses dura la misión de un Élder
27 edificios de la Oglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días hay en Morelos