A pesar de que para los comerciantes de juguetes mexicanos el día de Reyes no es considerada una fecha especial para incrementar sus ventas, al verse desplazados por los diferentes aparatos tecnológicos en los últimos años, la elaboración de estos productos no sólo brindan un momento de entretenimiento para el consumidor, sino forma parte de las enseñanzas de diferentes habilidades y destrezas.
Los juguetes de madera representan la cultura mexicana y son elaborados con diseños únicos que combinan técnicas artísticas originarias del país, por lo que no debe sorprender que un carrito, balero, trompo o un yo-yo sean una bomba de colores llamativos en varios tamaños. Estas piezas han sido una fuente de entretenimiento en millones de familias mexicanas; debido al precio accesible, formaban parte de su lista de juguetes predilectos, como es el caso de las muñecas de trapo, que mucho antes de existir una famosa marca estadounidense, eran las compañeras de juego de muchas niñas.
Para Silvia Vega, comerciante desde hace 38 años, el vender los tradicionales juguetes mexicanos ha sido un mecanismo de subsistencia; sin embargo, no ha sido fácil, ya que en la actualidad compiten con los deseos de los más pequeños, quienes ahora no desean un juguete, sino algún aparato electrónico de último modelo, sin importar que sus padres se inclinen por uno de estos productos.
La señora adquiere su mercancía en la Ciudad de México, donde ofrecen juguetes de Quiroga, Michoacán, a un precio accesible, para después venderlos en el Mercado de Artesanía, en el corazón de Cuernavaca. Mencionó que los rompecabezas, el balero, yo- yo, trompo, carritos de madera, caniquero y la lotería se encuentran entre los favoritos de los ciudadanos, así como de los turistas, ya que son el mecanismo para convivir en familia.
Entre la variedad de productos se encuentran también tablas de multiplicar y sumar que utilizan para enseñar a sus pequeños de una forma más divertida; “juegan balero y ayuda a la coordinación. Los juegos de mesa son de destreza, para activar la mente, lo que es muy motivacional. El rompecabezas, ver colores, sí les ayuda a los niños y hasta a adultos, porque el juguete no es directamente para los niños, y ayuda a la convivencia familiar, al necesitar a dos o más personas”, relató.
Los juguetes tradicionales mexicanos fueron creados para divertir a chicos y grandes, por lo que no deben ser considerados como una mercancía sólo para extranjeros, sino también formar parte de la relación familiar y el crecimiento de las niñas y niños actualmente al dejar volar su imaginación y fomentar la activación.