El estado de Morelos es conocido a nivel internacional por sus bellos paisajes, un clima espectacular y la calidez de su gente, esto ha atraído por años a diferentes personajes célebres, a no sólo visitar la entidad, sino también mantener una residencia permanente. Desde la antigua Cuauhnáhuac ha sido una localidad idónea para instalarse.

Pensadores, nobles, escritores, pintores, actrices y actores y hasta destacados psicoanalistas han vivido en Morelos. En la actualidad algunas de sus casas se han transformado en museos, muchas otras están en manos de particulares pero son sitios que continúan guardando el legado de dichas personalidades y forman hoy parte de la historia morelense.

Uno de ellos y de los más reconocidos, es el psicólogo social, psicoanalista y filósofo humanista, Erich Seligman Fromm, de origen judío alemán, quien por muchos años convirtió a Cuernavaca en su residencia oficial e hizo aquí parte de su escuela, escribiendo El Arte de Amar, uno de los títulos clave en su biografía.

Fromm arribó a la Ciudad de la Eterna Primavera en 1957, luego de radicar por unos años en el Distrito Federal, ahora Ciudad de México, donde fue docente en varias universidades, al representar una corriente psicoanalítica diferente a la freudiana, que estaba muy de moda en ese tiempo. Su mayor interés, a decir de la periodista Lya Gutiérrez Quintanilla en el artículo Erich Fromm y otros, en Cuernavaca para El Sol de Cuernavaca, era el hombre en sociedad y no el individuo a diferencia de Freud.

Al arribar a tierras mexicanas, un grupo de psiquiatras mexicanos lo buscaron para pedirle que los formara como psicoanalistas. Fromm, fue el primer psicoanalista perteneciente a la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) que pisó suelo mexicano para quedarse un tiempo prolongado. En este tiempo ya era conocido por su libro Miedo a la Libertad, según datos de Rodolfo Álvarez del Castillo en la Cronología del Psicoanálisis en México. Grupo Revista de Psicoanálisis, Universidad Autónoma de Nuevo León.

De acuerdo con Lya Gutiérrez Quintanilla, al ser un observador de los grupos sociales, visitaba pueblos con frecuencia, como Ocotepec donde fincó amistad con Iván Illich, pensador y filósofo itinerante de origen austríaco, quien ha dejado un gran legado de humanismo radical; así mismo, se le podía observar en Tepoztlán y Chiconcuac perteneciente al municipio de Xochitepec; por 10 años realizó trabajo de campo con un grupo de campesinos.

En Cuernavaca se instaló en el área de Rancho Cortés en calle Neptuno, aquí construyó su casa en un pequeño terreno, lleno de vegetación donde vivió por 25 años y donde se reunieron grandes psicoanalistas, psicólogos, pensadores, filósofos, estudiantes, entre otros personajes para escuchar y visitar a Fromm, quien cada mañana practicaba ejercicios de respiración budista y realizaba el autoanálisis de sus sueños.

Al participar en el Centro de Investigación y Documentación de Cuernavaca (CIDOC), que dirigía Iván Illich, el filósofo alemán conoció al monje benedictino Gregorio Lemercier y al entonces VII obispo de Cuernavaca, Sergio Méndez Arceo.

La obra maestra de uno de los pensadores más influyentes del Siglo XX, El Arte de Amar, explica qué significa amar y cómo desprendernos de nosotros mismos para experimentar ese sentimiento. Fromm afirma que el amor no es solo una relación personal, sino un rasgo de madurez que se manifiesta en diversas formas: amor erótico, amor fraternal, amor filial, amor a uno mismo. Asegura también que el amor no es algo pasajero y mecánico, sino que es fruto de un aprendizaje. Por ello, si queremos aprender a amar debemos actuar como lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte.

Para la psicóloga especializada en neurorehabilitación, Raquel Munitz, quien tuvo la oportunidad de traducir al español su última conferencia, la cual impartió en lo que era el hotel Casino de la Selva, los valores de El Arte de Amar y El Miedo a la Libertad, aún están vigentes, al ser valores universales basados en el respeto, y en la aceptación del ser humano como un individuo que tiene el privilegio de elegir su conducta.

“No sé si las nuevas generaciones sigan vigentes estos valores porque ha cambiado mucho todo, quieren todo en forma instantánea y están perdiendo la noción de la responsabilidad civil y de ser solidarios, los valores fundamentales”.

Reconoció que mucha gente estaba interesada en escucharlo y hasta la fecha tiene una gran cantidad de seguidores; su importancia ha llegado a ser de forma internacional, está basada en los principios psicoanalíticos en que los psicoanalistas que se forman están a su vez en un proceso constante de psicoanálisis.

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