En 10 años la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF) concluyó sólo tres procedimientos de responsabilidad y tres denuncias penales, según Roberto Salinas director del Centro de Investigaciones “Morelos Rinde Cuentas”, es necesario que sea un organismo autónomo, ya que depende del Congreso del Estado y esto se presta a diversos intereses.

Con información de la misma ESAF, el centro de investigaciones anunció que de 2005 al 2023 sólo concluyeron tres denuncias penales; cuatro procesos en investigación en 20200; dos en 2021 y 11 en 2023.

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Asimismo, Roberto Salinas advierte que el 87 por ciento de los morelenses considera que la corrupción es frecuente o muy frecuente; agregó que el control político de las instituciones que previenen y combaten la corrupción ha garantizado la impunidad.

“Por el control que tiene desde el Congreso o lo ha tenido por la disputa de tener ese control, no funciona, porque al final tienen gente a modo, no hay ninguna persona que haya ingresado a la ESAF a través del servicio profesional de auditoría que está en la Ley de Auditoría”.

Indicó que al final los legisladores meten a la ESAF a familiares, conocidos y asesores y al final se convierte en una institución que no está para cumplir la ley, sino para retrasar los informes, para no publicarlos, y para cubrir la corrupción, en opinión de Roberto Salinas.

Lo ideal es que sea un organismo autónomo, donde se nombre alguien ajeno a los legisladores y garantice transparencia para evitar que sea una entidad inoperante.

Recordó que desde que se modificó la entidad en el periodo de Graco Ramírez Abreu, se volvió una institución peleada para ser controlada y garantizar la impunidad.