Alrededor de 50 artesanos exhibieron sus productos en la Plaza de Armas de Cuernavaca. A pesar de que su mercancía era original y la presencia les sirvió como promoción, sus ventas resultaron magras, según los propios artesanos.
Con algunos participantes frecuentes del Mercado Verde, de Verde Bazar, y de otras iniciativas gubernamentales para impulso de los productores locales, el tianguis se instaló desde poco después de las 9:00 horas y se mantuvo hasta caer la noche. Pese a que atrajo a muchos curiosos, casi ninguno adquirió las artesanías de resina, textiles, preparados con hierbas medicinales, juguetes con materiales reciclados, miniaturas, o alguno otro de los productos que ofrecían los comerciantes.
Algunos músicos le han pedido sus piezas para regalo, o para ellos mismos, hace guitarras, principalmente, pero también teclados, baterías y otro instrumentos. No vendió mucho en esta exhibición, igual que el resto de sus compañeros artesanos, pero sus obras de resina resultaron muy llamativas. “Será para otra ocasión, por lo menos nos conocen”, dijo.