El rendimiento de los cultivos de caña en el ejido de Santa Rosa 30, en Tlaltizapán, disminuyó hasta 50 por ciento ante la escasez de agua, asegura Alfredo Lagunas, productor de caña. Afirma que, además, enfrentan altos costos por consumo de energía eléctrica para extraer agua de los pozos, por lo que la producción de caña prácticamente dejó de ser rentable.
En esta zona el único cultivo que se puede sembrar es la caña de azúcar, al ser el que mayormente sobrevive con poca agua, afirma.
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En los ejidos de Santa Rosa 30 y San Miguel 30 la mayoría de las tierras cuentan con sistemas de canales de riego de agua rodada que se mantienen del manantial Chihuahuita, que este año registró un descenso importante, por lo que actualmente los cultivos se riegan cada mes y medio, lo que ha afectado el crecimiento de la caña de azúcar.
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Asegura que su parcela, que le debe dar entre 15 a 16 toneladas por hectárea bajó su rendimiento a solo ocho toneladas, producción que deja de ser rentable, al explicar que el pago de energía eléctrica por sistema de bombeo le cuesta 50 pesos la hora con el regador, y debe pagar entre 700 y 800 pesos a la CFE, por lo que las cuentas no son muy favorables, lo que eleva el costo de producción.
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