¿No te resulta familiar y hasta un poco molesto ir a alguna tienda departamental en busca de adornos para las fiestas patrias o de Día de Muertos y encontrarte con los anaqueles repletos de productos navideños? Así es. La venta anticipada de las festividades de fin de año responde a una estrategia de publicidad y marketing implementada por las empresas que buscan constantemente colocar sus productos en la mente de los consumidores.
La llegada de la tecnología trajo consigo un acceso más veloz al mundo de la información por parte de los usuarios, provocando un cambio en el ámbito de las ventas y la demanda. La relación que existe entre el mercado y el consumidor ha evolucionado bastante en las últimas décadas; los consumidores de hoy en día investigan antes de comprar, planean más sus compras y su presupuesto, esto ha dado lugar a que en fechas previas a la época decembrina, las empresas implementen una estrategia de ventas basada en la anticipación y la planeación, generando un nuevo diálogo entre las marcas y los consumidores.
Ampliar las ventas, colocar sus productos y generar más competencia económica son precisamente los objetivos primordiales de las empresas. Los expertos en relaciones públicas opinan que el hecho de adelantar las ventas, es el resultado de las mismas necesidades y exigencias cada vez mayores por parte de los consumidores.
Los objetos que antes se producían cumplían con el objetivo satisfacer una necesidad, siendo la durabilidad la característica más importante de los productos. Ahora los objetos aseguran ofrecer todo tipo de maravillas pero en poco tiempo se vuelven obsoletos y desechables, asegurando en poco tiempo el deseo de consumo. Este es el gancho y el engaño más poderoso que utilizan las empresas para atraer a más y más compradores.
Ahora, resulta lógico pensar que es a fin de año cuando más recursos hay debido a los pagos de aguinaldos y las cuentas de ahorro llenas, pero también es la época de más gastos.
Durante esta época las personas definen su presupuesto y analizan la mejor manera de administrar sus compras, en busca de la mejor oferta. Las empresas aprovechan esta situación y utilizan una estrategia comercial que permite a los usuarios acceder a los productos mediante esquemas de plazos o descuentos anticipados, permitiendo dosificar las compras con tiempo en vez ofrecer sus servicios al último momento.
Al momento de la compra, esto hace sentir más seguro y cómodo al cliente debido a que no tiene que desembolsar todo de un solo golpe. En estas fechas todas las empresas se vuelven visiblemente más atractivas y ofrecen promociones seductoras al consumidor. Esto explica de manera breve cómo funciona este fenómeno comercial que tanto les fascina a algunos y que tanto molesta a otros.
Recién terminó septiembre y la fiesta de Independencia. Hemos dejamos atrás los adornos tricolor y las banderas, que tal vez ahora se encuentren empolvadas en algún rincón de la casa. Inicia octubre y ya estamos emocionados por la llegada del Día de Muertos. Nuestro impulso por ir detrás de las vitrinas y comprar los primeros muñequitos de calaveritas que se nos pongan en frente se hace palpable; sin contar con la preocupación que sentimos por el disfraz que vamos a utilizar en la fiesta de Halloween o el maquillaje que nos vamos a comprar.
Apenas comienzan a sentirse los aires de esta época del año cuando ya nos están sobre estimulando con objetos navideños, pinos vikingos y abetos tipo Douglas que poco tienen que ver con nuestro clima y cultura, adornando los centros comerciales con luces, renos y regalos de Santa Claus.
Tampoco podemos olvidar que ya está en puerta el famoso Black Friday en Estados Unidos y el Buen Fin en México, en donde miles de compradores se empujaran ante las puertas de los establecimientos, provocando estampidas, accidentes, desfalque de tarjetas de crédito, pero eso sí, muchas, muchas compras.