[Especial] Celebran en el olvido

Cientos de mujeres recluídas en centros penitenciarios sufren el abandono de sus familiares una vez que ingresan a cumplir una condena

Israel Mariano | El Sol de Cuernavaca

  · sábado 9 de mayo de 2020

Desafortunadamente, una vez que ingresan, muchas mujeres sufren el olvido de sus hijos | Cortesía

En los penales de Morelos, ocho mujeres viven recluidas con sus hijos, cuyas edades van de los tres, dos años, o incluso recién nacidos, de acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM), pese a que las cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) indicaba que había 11 mujeres internas con igual número de hijos viviendo en Atlacholoaya y solo uno en el centro de reclusión de Cuautla. Sin embargo, en este momento los ochos menores no se encuentran con sus madres debido a la contingencia que se vive.

Este 10 de mayo serán tal vez las mujeres olvidadas, más que en otros años, debido a la pandemia que azota al país, aunque la dirección del penal preparó el viernes una comida adelantando su festejo.

El coordinador de Reinserción Social, Jorge Israel Ponce de León, informó que al momento en el cereso femenil de Atlacholoaya hay 137 mujeres; en Cuautla, 45; en Jojutla, 52, y en el Cempla son cinco adolescentes. El delito que en mayor medida cometieron las mujeres recluidas en Morelos es el secuestro, casi el 75 por ciento. Recordó que anteriormente el delito en que mayor se veían involucradas las mujeres era en homicidio, pero el secuestro y la extorsión han sido últimamente los delitos que, presuntamente, más comenten.

Pero el mayor castigo para las mujeres madres de familia no es estar encerradas y ser señaladas por un delito que cometieron por diferentes circunstancias; el mayor castigo es el olvido, ese que llega cuando ingresan a los centros de readaptación.

Ponce de León dio a conocer que este año se les adelantó el festejo, donde hubo competencia de baile, piñatas y algunas rifas, por un momento ellas olvidaron un poco su situación y volvieron a ser mujeres y madres de familia.

Confió que como todo centro de reinserción que mantiene a infractores de la sociedad, no puede ser un palacio, pero sí dar un trato digno y, a diferencia de otros penales, el penal femenil no tiene una sobrepoblación, al grado que está certificado por la Asociación Americana de Prisiones.

En su convivio las mujeres del centro femenil de Atlacholoaya recibieron la visita de una payasita. Cantaron y comieron mole con arroz y bebidas de aguas frescas y a final fue un día destinado a olvidar un rato su condición legal.

Afortunadamente, aunque el sistema penitenciario fue entregado por la pasadas administración en condiciones deplorables este lugar que alberga a las mujeres no estaba tan mal, aunque hubo que comprar vehículos, uniformes y contratar personal, refirió el funcionario.

Este año no fue un festejo como otros años, pero el objetivo se cumplió; a las mujeres, madres en su mayoría, se les vio felices, alegres y especialmente agradecidas porque por unas horas olvidaron que estaban fuera de casa, sin poder salir o regresar con sus hijos, dijo Ponce de León.

INFORME NEGRO

El diagnostico nacional de supervisión penitenciaria 2019 de la CNDH señalaba que Morelos alcanzó apenas una calificación de 6.54; en el centro de reinserción femenil de Atlacholoaya alcanzó el 7.32 en el diagnóstico que se hizo. Solo reprobó en el apartado de estancia digna.

Lo que el personal de la CNDH encontró fue hacinamiento, deficiencias en los servicios de salud, insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos.

Por cuanto al rubro que garantizan una estancia digna, se detectaron deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad, inexistencia o deficientes condiciones, materiales e higiene del área médica; inexistencia o deficientes condiciones, materiales e higiene de la cocina o comedores.

Además, en cuanto a la gobernabilidad, Insuficiencia de personal de seguridad y custodia. Y para la una real reinserción de las internas Insuficiencia o inexistencia de actividades laborales y de capacitación, así como una Inadecuada organización y registros para el cumplimiento del plan actividades.

Así como deficiencia en la atención a mujeres o personas menores de edad que vivan con ellas, Deficiencia en la atención a personas adultas mayores, Insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria.

De acuerdo a la normatividad vigente, la edad máxima permitida para que las niñas y niños estén con sus madres en prisión es de 3 años, según la Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP) vigente desde junio de 2016.

Por ahora está a debate que ley contempla que los centros penitenciarios deben garantizar a los menores: zonas para esparcimiento, una buena alimentación y servicios de salud y de educación de acuerdo a su edad, algo que de acuerdo a las evaluaciones en la gran mayoría de las prisiones en México no se cumple.

En el diagnóstico nacional de supervisión penitenciaria 2019 de la CNDH la calificación de la entidad fue apenas de 6.54, encontrando algunas deficiencias, como en los servicios de salud y atención de incidentes violentos.


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