La pregunta que se hacen representantes y directivos de poco menos de un centenar de instituciones de beneficencia pública en el estado: es ¿cómo se puede acabar con la miseria? y señalan, "esa pregunta nos la hemos hecho desde que iniciamos; pero sobre todo ahora en que a consecuencia de la pandemia y la crisis económica hay más gente desempleada en las calles con sus hijos. En muchos casos, trata de ganarse el sustento y por desgracia ahora, que hay una mayor necesidad, han desaparecido muchos programas sociales del Gobierno".
Una de estas instituciones, que hace 32 años se creó en Cuernavaca aunque a nivel mundial tiene 173 años, es la organización San Vicente de Paul, su misión es buscar la forma de erradicar la miseria, descubriendo y remediando la situación de cada familia y todas coinciden en la educación, "entonces, si podemos apoyar a los niños con educación a que estudien, podrán tener un trabajo, pero sobre todo ahora se requiere la otra parte, hay que generar empleos también, porque una cosa es que el niño esté preparado para trabajar y otra cosa es que no haya dónde trabajar", señala con vehemencia su directora Georgina Ocampo.
- Te interesa: ¿Morelos podría cambiar a semáforo amarillo?
Por ello insiste en que se tienen que generar empleos, mover la economía del estado y del país, pero señala con estos nuevos programas oficiales en los que se acaban todos los apoyos ¿cómo va el empresario a generar empleos si está cerrando negocios y con ello está aumentando la pobreza? por ello insiste, "¿cómo se acaba la pobreza? generando empleos y ¿cómo generamos empleos? incentivando a la empresas a que no cierren para que pueda toda la gente tener un empleo digno. ¿Cuántas personas vemos ahora en la calle pidiendo limosna o vendiendo gelatinas o cualquier otra cosa? es un trabajo digno pero vamos a apoyar a esa gente", destaca que en su organización se está apoyando a las madres para que pongan su negocio, aunque algunas personas dicen están fomentando el comercio informal, a lo que argumenta que algo se tiene que vivir, debe haber herramientas para sacar adelante a las familias y no llegar a la delincuencia.
Señala que se necesita un Gobierno que soporte y ayude a los grande y pequeños empresarios para la generación de empleos. Se estima que hasta antes de la contingencia a nivel nacional había unas 15 mil instituciones de beneficencia y en el estado más de 100, pero con la crisis muchas ya desaparecieron porque todos los apoyos que antes les daba el Gobierno a las instituciones legalmente establecidas, se los quitaron.
Al referirse al ámbito local, la directora revela que antes el DIF estatal les donaba 25 despensas al mes, pero al empezar esta administración las suspendieron y no hay ningún acercamiento, no lo permiten, entonces la comunidad es la que ayuda donando lo que están escombrando en casa y no ocupan, "y por eso tenemos juguetes, ropa que repartimos o vendemos a precio económico para el mantenimiento de las instalaciones".
Es por ello que da a conocer para quienes quieran ayudar, que pueden donar en efectivo a la cuenta de Banamex 0694/8095473, ya que señala que se están comprando más despensas, además de que pueden donar todo lo que ya no ocupen como muebles, trastes de cocina, ropa. Sus instalaciones están en Bajada a Chapultepec, sin número.
Georgina Ocampo destaca que esta es una asociación civil mundial que está para ayudar a la gente, su visión es erradicar la miseria, de ahí la misión de ayudar a las familias en sus necesidades básicas, por lo que trabaja en dos programas que es nutrición y educación.
En el caso de la nutrición explica que se dan desayunos y despensas gratuitas gracias a los donativos de la comunidad. A la fecha están repartiendo 300 despensas el segundo jueves de cada mes en Cuernavaca, pero también viene gente de Jiutepec; el tercer jueves se trasladan a Loma Esmeralda, en Tepoztlán, ya que es una comunidad en su mayoría indígena de extrema pobreza; el último jueves lo hacen en Acatlipa, con todos los jornaleros y cultivadores de rosas.
En el caso de los desayunos, acuden unas 100 personas los sábados en el Centro Vicentino de Bajada a Chapultepec; por la pandemia, todo lo dan para llevar, pero aún acuden muchos indigentes.
Antes de la pandemia, diariamente daban desayunos en la comunidad indígena de Loma Esmeralda, pero ahora todo se suspendió luego de que en materia de nutrición se atendía en ese lugar a los infantes de una escuela que incluso ayudaron en la construcción, por lo que están buscando nuevas formas de obtener donativos para no dejar de apoyar a la gente.
En el área de la educación, apadrinan a niños con una ayuda económica para que puedan ir a la escuela. Debido a que ahorita no hay escuelas sí hay gastos del internet, fotocopias y todo lo que conlleva estudiar desde casa, por lo que destaca que "tenemos como 70 padrinos que mandan su dinero mensual para poderlo repartir a los niños y que puedan estudiar para tener los elementos para que en el futuro puedan tener un empleo con qué satisfacer sus necesidades y las de sus familias".
Suscríbete gratis al Newsletter aquí
Te recomendamos el podcast ⬇️