[Especial] Derriba las barreras para ser policía federal

En 26 años de profesión, ha tenido 220 puestas a disposición; de las cuales, cinco han sido contra personas consideradas de alto riesgo en México

Susana Paredes

  · sábado 25 de mayo de 2019

Ha pasado 26 años de su vida dedicándose a esta profesión/Cortesía

Ser policía federal es una labor de tiempo completo, una en la que se necesita mucha pasión y desempeño para vigilar día con día las principales vías de comunicación a nivel nacional.

Para las mujeres ha sido todavía más complicado por el hecho de su género, ya que los mismos compañeros y ciudadanos se han mostrado renuentes en aceptar que pueden hacer el mismo trabajo y ser vigilantes de la seguridad.

Sin embargo, existen algunas féminas que con su ejemplo han derribado barreras, que con una ardua perseverancia demuestran lo que valen, y que sin importar que sean parte de esta institución han logrado desarrollarse también a nivel personal, sin importar que deban dividir su tiempo entre su familia y el trabajo, el cual no cambiarían por nada.

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Este es el caso de una morelense de 46 años, quien prefirió mantenerse en el anonimato, pero contó a El Sol de Cuernavaca cómo la disciplina y su amor por la Gendarmería desde que era muy pequeña fueron las razones principales para obtener cada uno de sus méritos a lo largo de 26 años, entre los que se encuentra ser licenciada en Derecho.

Al crecer entre botas, uniformes y patrullas, decidió que ser policía operativa era su destino, teniendo el ejemplo de su papá y hermanos, quienes también pertenecen a esta institución, “desde chiquita yo dije: voy a ser policía, voy a ser policía. Y sí logré. Mi papá casi no estaba con nosotros por su trabajo, mis hermanos igual. Sabemos que hay hora de entrada pero no de salida, pero no cambio para nada mi decisión”.

Indicó que a los 18 años, cuando decidió inscribirse en la fuerza policial, las mujeres apenas estaban siendo aceptadas en la Academia Superior de la Policía Federal en San Luis Potosí, lo cual no cambió por el hecho de tener un papá policía, ya que aquí las “palancas” no sirven, entran con base en la preparación tras aprobar los exámenes de control y confianza.

“Recuerdo que después de seis meses de espera a las siete de la mañana de un viernes me marcaron para decirme que me presentara el lunes en la academia. Seis meses esperando pero sí me quede”, acentuó con una gran sonrisa.

El hecho de dejar toda su vida en Cuernavaca para mudarse al Norte del país no fue nada fácil, especialmente porque convivía mucho con su mamá, a quien le costó más trabajo dejar pero quien le aconsejó no regresar a la ciudad hasta que concluyeran sus seis de entrenamiento, por el miedo de que ya no quisiera regresar a la academia.

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Sin embargo, gracias a la academia fue cómo aprendió lo que es la verdadera disciplina al despertarse de lunes a viernes desde las seis de la mañana, para a las siete estar desayunando algo nutritivo, seguido por una hora de ejercicio para posteriormente pasar a las aulas donde les imparten materias relacionadas a derechos humanos; primer respondiente; manejo de las armas, y cómo conducirse entre las personas. Así el día continúa con otro entrenamiento pero ahora podría ser tiro, defensa personal, manejo de las armas o vehículos, y por la noche nuevamente un tiempo para hacer ejercicio terminando aproximadamente a las 19:00 horas lista para dormir.

Tras seis meses de preparación, su primer trabajo en las calles fue en Tlaxcala donde tuvo que enfrentar la escasa aceptación por ser mujer en el cargo, “cuando paras a una persona y ven bajar de la patrulla a una mujer, no hacen mucho caso, en comparación con un hombre. Sí es pesado, la gente como que no veía muy bien a una mujer policía en la carretera, pero ahora ya están más acostumbrados. Nos fuimos ganando el respeto de la gente”.

La policía operativa se ha instalado en Tamaulipas, Veracruz, Tlaxcala y Morelos, donde señaló algunos comandantes de área, conocidos como “puma” deseaban dejarla tras un escritorio. No obstante, al ser operativa su labor era en las carreteras, por lo que cada día se mostró ansiosa por participar en cualquier actividad, “aunque los hombres lleguen a ganar en fuerza, en cuanto al trabajo tenemos las mismas posibilidades y hasta las mujeres somos más entronas”.

Expresó que por ser mujer ha sido complicado desarrollarse plenamente en la Policía Federal/Cortesía

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