Por preferencias sexuales, color de piel, discapacidad, por hablar alguna lengua y por razones de género, son tan solo algunos de los casos reiterados casos en los que se comenten actos de discriminación en Morelos, reportan autoridades y organismos sociales.
El Centro de Derechos Humanos “Digna Ochoa”, refiere que en el estado se cometen actos reiterados de discriminación que quedan en la volatilidad de un expediente, ya sea penal o administrativo, que nunca avanza y es por eso que se siguen cometiendo, pero que no solo son alentados por la impunidad sino por la falta de sensibilidad de la ciudadanía.
“Cuando una mujer víctima de violencia acude a denunciar estos actos, le dicen usted se lo buscó; o cuando un niño en situación de calle vende dulces en los restaurantes les prohíben la entrada, basta con ver algunos letreros en los que dice prohibida la entrada de mascotas y niñas y niños vendedores ambulantes”, destacó Susana Díaz Pineda, activista del Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa.
Otra forma de discriminación es el color de piel, originando que la misma persona se auto castigue al momento de preguntársele qué color de piel tiene “responden moreno claro, nunca responden simplemente moreno”.
Los integrantes de la comunidad LGBTTIQ también son seriamente discriminados en la entidad.
“Se cometen crímenes de odio por las preferencias sexuales, tan solo este año van dos mujeres trans que han sido asesinadas; las personas con alguna discapacidad son recurrentemente discriminadas”.
La organización documenta al año de 45 a 50 casos de discriminación, casos que seguirán ocurriendo si las denuncias no son atendidas, sancionado a quienes cometen la falta, además de campañas de sensibilización social.
Los lugares en los que se cometen mayores actos de discriminación son los restaurantes y la Iglesia; “la católica prohíbe que bauticen a los menores parejas que no están casadas por la religión, y si son de la comunidad de la diversidad, menos”.