[Especial] Diseñan investigadores la medicina del futuro

El Centro de Investigación Biomédica del Sur desarrolla en Morelos medicamentos de origen vegetal

Susana Paredes | El Sol de Cuernavaca

  · sábado 6 de marzo de 2021

Se deben identificar cuáles son los más frecuentes en la actualidad pero también cuáles serán los verdaderos retos para el sistema de salud en los siguientes 15 y 20 años: Alejandro Zamilpa Álvarez, director del CIBIS / Fotos Cortesía | CIBIS IMSS

En 2018 Morelos presentó la mayor concentración per cápita de investigadores a nivel nacional, con una tasa de 100 investigadores por cada 100 mil habitantes; la entidad alberga los centros de investigación más importantes, mismos que han generado, entre otras cosas, inventos de suma relevancia para la vida cotidiana de los ciudadanos.

Morelos cuenta con uno de los centros pionero dentro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la producción de artículos científicos e invenciones que han sido patentadas con éxito, el Centro de Investigación Biomédica del Sur (CIBIS), ubicado en Xochitepec, hasta el momento cuenta con 24 patentes otorgadas.

El CIBIS es uno de los cinco centros estratégicos que el IMSS ha distribuido en todo el país para llevar a cabo sus investigaciones biomédicas; desde 1985 su misión ha sido generar conocimiento científico en las áreas de Farmacología, Fitoquímica, Biotecnología, Tecnología Farmacéutica y Medicina para el desarrollo de medicamentos seguros y eficaces en el tratamiento de las enfermedades más frecuentes de la sociedad mexicana.

Alejandro Zamilpa Álvarez, director del CIBIS, explicó que al ser su objetivo buscar solución a los principales problemas de salud de los mexicanos tienen que identificar cuáles son los más frecuentes en la actualidad pero también cuáles serán los verdaderos retos para el sistema de salud en los siguientes 15 y 20 años; los más estudiados han sido los problemas del sistema nervioso central, dermatológicos, diabetes, obesidad y cáncer, mismos que han tenido incidencia de investigación que posteriormente se convierte en un desarrollo tecnológico.

El CIBIS al día de hoy ha solicitado un total de 32 patentes, de las cuales el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) les ha otorgado un promedio de 24, convirtiéndose así en el centro de investigación biomédica del IMSS con mayor cantidad de patentes.

A pregunta expresa, el doctor en química mencionó que para llegar a completar un desarrollo tecnológico que pueda ser sujeto a un proceso de protección, se tienen que pasar varias etapas de investigación, la primera comprende de la investigación básica en la que se identifican las posibles soluciones a los principales problemas de salud más frecuentes de la sociedad mexicana.

Todos y cada uno de los desarrollos del CIBIS implican el uso de extractos estandarizados en los principios activos de especies vegetales utilizadas en la medicina tradicional mexicana.

La segunda etapa consiste en el diseño farmacéutico de cada extracto para generar las diferentes presentaciones de los fitomedicamentos, las disciplinas que participan en esta etapa, explicó, son la Toxicología y la Farmacocinética que ayudan a determinar la seguridad, distribución y eliminación de estos medicamentos.

La idea se culmina con los ensayos clínicos que les permiten demostrar la seguridad y eficacia terapéutica de estos fitomedicamentos -medicamentos de origen vegetal elaborados con extractos estandarizados-.

La Biotecnología, afirmó el investigador, les ayuda a garantizar la fuente de materia prima para obtener un procedimiento uniforme de producción de las especies vegetales o sus principios activos.

Hasta el momento las investigaciones del CIBIS solo han beneficiado directamente a los pacientes voluntarios que han participado en sus ensayos clínicos; sin embargo, cuando la institución genere el licenciamiento de la explotación de estas patentes o se decida a utilizarlas para generar sus propios tratamientos, la sociedad mexicana en general se verá beneficiada.

Algunas de las patentes registradas han sido: El uso de principios activos para elaborar fitomedicamentos, como en el caso de la Galphimina B que se usa para producir medicamentos ansiolíticos, o la saponina esteroidal SC-2 que ha demostrado eficacia y seguridad terapéutica en el tratamiento de la candidiasis (infección causada por hongos).

También se ha protegido el uso de especies vegetales como Solanum chrysotrichum y Mimosa tenuiflora para elaborar fitomedicamentos que ayudan al tratamiento de enfermedades dermatológicas y del sistema gástrico, respectivamente.

Las preparaciones farmacéuticas y métodos de extracción para obtener principios activos también han sido objeto de patentamiento, así como los procesos biotecnológicos que permiten obtener extractos y principios activos y también los procedimientos de estabilización de extractos.

La mayoría de los desarrollos tecnológicos incluyen un riguroso proceso de colaboración entre biólogos, farmacólogos, químicos, biotecnólogos y médicos, así como colaboraciones externas con taxónomos de herbarios especializados, por este motivo, el número de inventores de cada patente oscila entre tres a siete investigadores.

Si bien para el CIBIS cada una de las patentes ha sido un gran logro al involucrar largos años de investigación, cuentan con un caso especial de una patente de Galphimia glauca que incluso ha sido objeto de varios premios en el área de innovación.

El CIBIS está conformado por un promedio de ocho investigadores.