Algunos lo amaban, algunos otros no congeniaban con las ideas del llamado "obispo rojo", Monseñor Sergio Méndez Arceo, quien estuvo por 30 años al frente de la Diócesis de Cuernavaca y quien fuera pieza importante en la Reforma Litúrgica.
Sergio Méndez, originario de la Ciudad de México, estudió 11 años en Roma, en 1938 se ordenó como sacerdote. Regresó a México dónde trabajo como profesor de historia y filosofía en el Centro Cultural Hidalgo; en 1952 fue nombrado obispo de la Diócesis de Cuernavaca.
Monseñor es uno de los obispos de esta diócesis de Cuernavaca que han dejado una huella muy profunda por varias razones. Duró más de 30 años como obispo, lo que es considerado mucho tiempo porque se pone en evidencia la fortaleza, la propuesta pastoral que hace y que tiene tiempo para realizarla, expresó el actual obispo Ramón Castro Castro.
Aseguró que fue un obispo polémico, algunos lo amaban, otros no tanto, "fue un hombre que se preocupaba por la justicia, por la paz, a su modo o su manera de ser, pero siempre auténtico y coherente con su manera de pensar".
Ramón Castro mencionó que Monseñor, junto Fray Gabriel y los Benedictinos de aquel tiempo, hicieron la reforma litúrgica cinco años antes de que se hiciera en todo el mundo.
"Tenemos el orgullo de decir que Cuernavaca fue quien impulso esta reforma, todavía hay muchos sacerdotes, los más ancianos que fueron ordenados por él, que le tiene mucho cariño y respeto por todo lo que hizo", comentó.
El obispo Ramón Castro dijo que Monseñor Sergio Méndez encontró muchas dificultades en la reforma litúrgica porque retiró todos los retablos y para el pueblo era algo inconcebible, con el tiempo se entendió y respeto la belleza original franciscana de la Catedral.
La derecha mexicana fue la que le dio el sobrenombre de “obispo rojo” por ser el principal promotor de la renovación dentro de la Iglesia Católica, participó activamente en el Congreso de los Cristianos por el Socialismo, fue el principal promotor de la discusión de textos sobre ideologías socialistas. Denunció las invasiones de Estados Unidos en Vietnam, Centroamérica y Cuba. En los años 70 condenó los violentos regímenes militares en Latinoamérica e impulsó el movimiento Va por Cuba.
En su momento causó revuelo porque otorgó a la diócesis de Cuernavaca la ley de abstinencia cuaresmal a petición de un grupo de obispos mexicanos, lo que generó que el Vaticano emitiera una declaración argumentando que el obispo carecía de competencia para tal cosa.
Sin embargo, cinco años después, el episcopado mexicano hizo extensiva la dispensa.
Don Sergio Méndez Arceo falleció el 5 de febrero de 1992, a los 84 años, fue sepultado en la Catedral de Cuernavaca.