Considerado como una bebida sagrada, el chilate es una bebida originaria de Ayutla de los Libres, del estado de Guerrero. Sin embargo, a través de los años se ha ganado un lugar entre los morelenses, que, según afirma uno de sus principales difusores en la entidad, lo consumen cada vez más.
Rubén Espinoza tiene 50 años de edad y ha pasado los últimos cinco haciendo y vendiendo chilate, una bebida que es preparada a partir de cacao, arroz, canela y azúcar. El chilate se sirve bien frío, y se disfruta más en esta época de calor, no por nada, en Guerrero se ha convertido en una de las bebidas más consumidas en la costa.
Estamos en Cuernavaca y quisimos iniciar este producto que ha tenido bastante éxito; la gente en Cuernavaca lo empieza a conocer más
Rubén.
A través del proyecto Mercado Verde, impulsado por el Gobierno del Estado, Rubén ha logrado hacer que más gente se enamore de esta bebida cuya variante más ancestral solía usarse en el Suroeste de Honduras como ingrediente sagrado para las ceremonias del "huacaleo", donde los participantes bebían chilate en sus huacales como un acto de paz.
Además de vender chilate, Rubén elabora otros productos basados en cacao y maíz: el cacao tostado y diversas presentaciones de pinole son la especialidad de un hombre que defiende no sólo los beneficios de consumir estas semillas, sino el mantenerlas como parte de las tradiciones de los pueblos.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit, sed do eiusmod tempor xyxyx.