Tradición heredada por generaciones, la Feria de Tlaltenango a la Virgen de los Milagros está por cumplir 300 años, los puestos que la acompañan se colocan sobre las dos vías de la avenida Emiliano Zapata, desde el columpio en La Pradera hasta la glorieta. Serán nueve días de cierre para dar paso a la edición número 299 de la Feria.

Mientras, para el sector empresarial, la zona en todo ese tiempo muere de forma total y no reditúa en beneficio alguno, los organizadores manifestaron que es una tradición que marca a la capital del estado y se cuidarán todos los detalles para disminuir su impacto en la vialidad. Los expositores llegan de Michoacán, Tlaxcala y Puebla.

MATA LA ACTIVIDAD ECONÓMICA DE LA ZONA

El presidente de la Canaco, Antonio Sánchez Purón. además vecino del lugar donde se instalan los puestos, valoró que el evento sea para conmemorar una creencia de la gente por la aparición de la virgen:

... pero no le vemos la razón de ser de la feria, porque primero se puede cambiar a solo tres días y por otro lado no es una feria que genera una derrama, pero sí genera muchas dudas; no se sabe a dónde va a caer toda la recaudación que se obtiene de la renta de los espacios, y por otro lado, es dar espacios de oportunidad a gente que no es ni siquiera de la región de Morelos, los cuales sacrifican a los negocios establecidos

El menor daño que puede provocar el cierre tan largo de una vialidad, aseveró, es que el negocio no tenga ingresos pero también por falta de sustento, el negocio llegue a cerrar. Por eso dijo, es una falta de congruencia que mientras "se privilegia a los de afuera, se sacrifican a los de adentro".

Como representante empresarial, pidió que se aclare primero cuál es el interés de que el evento siga haciéndose a pesar de las graves afectaciones a quién realmente deja beneficios:

Si es realmente la razón de la cultura o del evento en sí lo que significa, habría que preguntarle al ayudante municipal cuáles son los beneficios que brinda esta feria, porque yo siendo vecino de Tlaltenango, no he visto que sea haya mejorado una lámpara, una banqueta, una banca, es decir, hay muchas dudas, más que beneficios

Por esa razón, Sánchez Purón, propuso analizar con los involucrados la posibilidad de evaluar su estancia en ese lugar tan transitado, porque en 10 días mata la actividad económica de la zona, y en realidad trae pocos beneficios como por ejemplo, en la energía eléctrica se ven muchos cables, pero no hay medidores por parte de la CFE; y del municipio se les otorga la recolección de basura, la seguridad, la vialidad, es decir muchos servicios con costo al erario; no descartó que haya ganancias para los funcionarios.

CAOS VIAL SÍ, PERO ES UNA TRADICIÓN

Sobre el mismo tema, José Alfredo Rodríguez Sanciprian, ayudante municipal del poblado de Tlaltenango, aceptó que como cada año están invitados además de los ciudadanos morelenses, todas las personas que quiera acudir a una de las festividades religiosas más importantes del estado.

En medio de las criticas por el cierre de la avenida Zapata que da acceso al norte con el centro de la capital, mencionó es entendible la molestia, pero también la celebración es parte de la identidad del poblado y de su gente. Por ello, no obstante las críticas, la feria de Tlaltenango sigue siendo atractiva para cientos de personas que llegan todos los días:

Sabemos de la molestia que genera el tráfico vehicular, pero siempre está llena, eso quiere decir que deja una derrama económica importante a la ciudad

Hizo notar que el 70 por ciento de los comerciantes que ocupan los casi 600 expositores en mil cien stands, son del estado de Morelos y el 30 restante vienen de otras partes del país que conocen el evento y cada año están presentes.

Es una feria totalmente familiar, no hay venta de micheladas, es decir, de alcohol, abrimos las puertas esos días para celebrar una tradición anual con el apoyo de los pueblos de Cuernavaca que se suman