Actualmente, varios hijos y padres de familia enfrentena el dilema de si habrán de festejar este domingo el Día del Padre con sus seres queridos. Tal es el caso de Raúl y Pedro, quienes aún no saben si celebrar como en años pasados "con una buena comilona de carne asada, el pozole o de perdida una ceciniza y las chelas, tequilita o el whisky", o actuar con responsabilidad y hacerlo a distancia.
Raúl recuerda que ya era una cita obligada reunirse con sus tres hermanos en la casa de su padre para instalar la parrilla en el jardín, prender el carbón y luego de los primeros brindis comenzar a asar desde costillitas hasta cortes como t-bone y sirloin, sin faltar el arroz, los frijolitos de olla con tocino y tras disfrutar tan deliciosos manjares, un mezcalito "para el desempance".
Por su parte, Pedro extraña y desea reunirse con su familia y con su padre de 75 años de edad, al que no ve desde hace más de tres meses y solo habla con él por teléfono para disfrutar la paella que tanto le gusta con un buen vino blanco, lo que le representa para "su viejo" una gran alegría luego de que su esposa muriera hace cinco años y eso lo sumió en una profunda tristeza, pero el festejo del Día del Padre lo animaba.
Por otra parte, Andrés, quien perdió a su padre cuando el tenía casi ocho años de edad, aún lo recuerda y a sus más de 50 años siente que aún le hace mucha falta, por ello cada vez que escucha las canciones de Mi querido viejo, de Piero o El señor de las canas, con Vicente Fernández, no puede evitar que se les salgan las lágrimas.
Es por eso que ese día Andrés se refugia en el amor y las expresiones de cariño de sus hijas y su esposa, quienes lo consienten y le compran su pastel de chocolate, sus cervecitas y le hacen el mole rojo con piernas de pollo que tanto le gusta o un pescado a la talla estilo Barra Vieja, de Acapulco.
Sin embargo, ante las limitaciones sanitarias como económicas para poder salir a la calle a comprar lo necesario, están acordando que lo más fácil y rápido sería una pizza con un buen vino o un pollo rostizado de los que a su familia más les gusta.
Andrés reflexiona sobre que lo principal es hacer las cosas con mucha responsabilidad y cuidado para que nadie de la familia vaya a tener complicaciones de salud y puedan festejar como todos queremos el próximo año, sin ningún contratiempo.