Palo Bolero es sin duda uno de los primeros balnearios populares en Morelos; habitantes de la entidad y visitantes, principalmente de la Ciudad de México, lo recuerdan por sus albercas que se llenaban con agua de manantial, la aventura de internarse en la gruta y poder pasear en el río. Pese las afectaciones por el sismo de 2017 y la pandemia, este lugar continúa en pie.
En 1952 vecinos de Xochitepec fundaron una cooperativa y empezaron la construcción del balneario ubicado sobre la carretera federal México- Acapulco. Su nombre surge porque el lugar estaba repleto de árboles cuya característica es que arrojan unas pequeñas bolitas cafés. Surgió como la idea de ser un balneario rústico y en sus inicios solo contaba con unas pequeñas albercas en las cuales nacía el agua. Actualmente, el encargado del lugar es el Comisariado Ejidal de Alpuyeca.
Con el paso de los años se fue transformando hasta llegar a contar con una alberca olímpica, con 2.30 metros de profundidad, una alberca mediana, dos infantiles, áreas verdes, comedores, vestidores, un salón, además de las grutas, donde también nace agua y se puede recorrer el río, así como el área de campamento.
El sismo del 17 de septiembre de 2017 sacudió las capas subterráneas y modificó los caudales de manantiales, provocando fracturas, impactando en 15 balnearios de Morelos, entre ellos Palo Bolero.
El primer manantial del balneario y con el cual se llenaban las albercas, por gravedad, se perdió, por lo que se ocupa un segundo, ubicado a un costado de los vestidores, sin embargo, se necesitan ocupar bombas para el llenado.
De hecho, pese que ya se perdió uno de los manantiales, aún se acostumbra que el 3 de mayo, el comisariado ejidal de Alpuyeca y la comunidad lo visitan para dejar una ofrenda, flores, veladoras, alimentos y bebidas esto como parte del ritual de petición de lluvias combinado con la Ascensión de Cristo.
En el primer manantial que se perdió por el sismo se encuentran tres cruces pintadas de verde esmeralda y la fecha de recuerdo: 1952- 2017.
De acuerdo con los encargados del balneario, después de las visitas hechas por expertos en el tema les comentaron que podrían hacerse trabajos para ver si se podía recuperar, pero para ello se necesitan hacer excavaciones con maquinaria especializada, lo cual resulta muy costoso, y no se cuenta con los recursos para hacerlo.
Recuerdos de la infancia y juventud
Héctor vive en la Ciudad de México, pero cuenta con una casa de fin de semana en Xochitepec; recuerda que en su juventud acudía al balneario, de hecho asegura que en la capital del país era muy famoso porque antes no existía el auge de los Parque Acuáticos.
En días pasados tuvo la oportunidad de visitarlo y revivir anécdotas de su juventud, donde paso grandes momentos con su familia y amigos.
Otros recuerdan, además de las albercas, el gran salón, donde llegaron a presentarse diversos grupos de todo tipo de música, lo que le daba un plus al lugar, y era otra de las atracciones por lo que la gente acudía al lugar.
Inclusive en los últimos años, jóvenes contrataban el lugar para llevar a cabo “tocadas” de música ska, rock, entre otros géneros musicales.
A quienes les gusta la aventura también ha sido un lugar ideal para estar en contacto con la naturaleza, disfrutando de la gruta y de paseos en el río.
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