[Especial] Mantiene Karlita la lucha contra el cáncer

Sus padres han hecho de todo para que la niña siga recibiendo sus quimioterapias en el Hospital

Emmanuel Ruiz

  · sábado 28 de septiembre de 2019

Actualmente venden boletos para la rifa de una cadena de oro que recibieron como obsequio/EMMANUEL RUIZ

Karla tiene nueve años y es hija de Guadalupe y José Manuel. Karlita, como le dicen sus padres, fue diagnosticada con leucemia en febrero de 2017, fecha en la que empezó a ser tratada en el HNM junto con otros 18 niños. De ese grupo, hoy sólo ella y dos niños más permanecen en tratamiento.

"Cuando uno cae, pum, llega la noticia y te pones en ese lugar" dice José, con la voz tambaleante. Hace rato que empezó a esforzarse por no llorar. Cuando está a punto de hacerlo, prefiere callar y que sea su esposa quien hable.

Nos llega el miedo. Nos hemos enterado de la partida de muchos niños. Es una enfermedad horrible.

Guadalupe.

Una cadena de oro

Hace unos meses, un amigo de la familia, trabajador de una financiera, vino a la casa con un regalo. Era una cadena torsal de 14 kilates, acabado diamantado. Con gastos semanales que pueden ser de hasta dos mil 400 pesos, lo único que se le ocurrió a la familia fue organizar una rifa para seguir llevando a su hija a las quimioterapias: cada lunes, Karla visita el HNM, en el municipio de Emiliano Zapata. Muchas veces, la quimio la hace vomitar y manchar su ropa, algo que molesta a los conductores de los autobuses y que los obliga a regresar a casa en taxi.

Hasta ahora, Karla no ha faltado a ninguna cita. Ante el menor signo de alarma, sus padres, un matrimonio conformado por un albañil y una mujer que renunció a su trabajo en una lavandería para cuidar de su hija, acuden de inmediato al hospital para que reciba la atención que necesita. Desde hace dos años, la familia ha tenido que sacrificar las necesidades de la casa, una construcción sin aplanar y cuyo techo fue concluido con bolsas de plástico, a favor de la salud de alguien que sueña con ser adulta y presidenta del país.

"Cuando me toca una quimio larga, pues adentro hace mucho frío y entonces yo me siento bien cuando salgo porque afuera hay solecito, pero me siento bien porque ya no estoy fastidiada de estar todo el día conectada, después de eso pienso que es una quimiterapia menos" dice Karla, y su sonrisa y buen humor explican todos los sacrificios que ha hecho su familia para tener siempre con qué pagar los boletos del autobús y la tarifa del taxi.

Si deseas apoyar aquí puedes hacerlo:

Número de tarjeta para apoyar a Karla: 4152 3135 2891 4695 BBVA

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