Pueblo famoso por sus enseres de cocina, pero sobre todo por su alfarería, hablamos de Tlayacapan, municipio localizado al noroeste del estado de Morelos, y lugar en el que a pesar de reinar el barro, la cerámica se resiste a morir.
Hablar de Tlayacapan es hablar de un pueblo mágico, en donde reinan las artesanías, la rica comida y la buena música, sin dejar de mencionar que cuenta con un hermoso ex convento Agustino que es Patrimonio de la Humanidad y una casa de cultura llamada La Cerería.
Su principal actividad económica es la alfarería que le ha dado al municipio reconocimientos a nivel nacional e internacional, ya que mantienen un arraigo cultural tradicional al trabajo que les ha dado identidad cultural, social y política.
Sin embargo, en un mundo donde el barro va ganando la batalla, la cerámica se ha resistido a desaparecer.
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La cerámica es el arte de fabricar objetos de porcelana, loza y barro. El concepto proviene del griego keramikos, “sustancia quemada” se refiere no sólo al arte, sino también al conjunto de los objetos producidos, al conocimiento científico sobre dichos objetos y a todo lo perteneciente o relativo a la cerámica.
Tradición Familiar
Hace siete años comenzó la historia de la familia de Viridiana Hernández, quienes se dedican a la producción de cerámica.
Mi mamá trabajaba en un taller y de ahí agarró el gusto por la cerámica, por lo que empezó su propio negocio, que hoy en día ya cuenta con 15 trabajadores.
Dijo que a pesar de que el principal lugar donde se vende la cerámica es en la colonia 3 de Mayo, en el municipio de Emiliano Zapata, en Tlayacapan saben trabajar bien este material.
Existe una variedad de piezas, ya que se pueden encontrar figuras de personajes de caricaturas hasta recuerdos para eventos como XV años, bodas y un sin fin de decoraciones para la casa.
Sin embargo, debido a la competencia los precios de estas piezas suelen disminuir, y en algunas ocasiones incluso son productos importados de otros países.
Lo que nosotros vendemos es artesanía mexicana, hecha con manos de mexicanos y no los traemos de China, por eso es que sus precios en muchas de las ocasiones no es bajo, pues nos cuesta trabajo hacer cada pieza, incluso ha habido casos en que ni siquiera dormimos con tal de sacar un pedido.
Del regateo al reconocimiento
La propietaria de la empresa "Mundo de Manzanas" lamentó que aun haya personas que regateen el precio de una pieza de cerámica, aun cuando el trabajo que costó realizarla fue muy difícil. "Nosotros les decimos que porque no regatean el precio de una cerveza, pues también vienen a eso a Tlayacapan".
Así como Viridiana Hernández, los artesanos de Tlayacapan han manifestado que a pesar de que este año no ha sido uno de los mejores, en cuestión de venta, van poco a poco recuperándose, y tienen esperanzas que para la Feria del Barro que se realiza en el mes de noviembre la ventas incrementan un 100 por ciento.
La colonia 3 de Mayo, en Emiliano Zapata, es el primer destino en la venta de Cerámica.
Tipos de cerámica
Cerámica porosa: Realizada con arcilla de grano grueso, son ásperos y permeables a los gases y las grasas; absorben la humedad. Son los que no han sufrido el proceso de vitrificación, al no haber sido expuestos a temperaturas lo suficientemente elevadas como para fundir el cuarzo con la arena. Su fractura (al romperse) es terrosa. Los ladrillos y las tejas se consideran cerámicos porosos.
Cerámica semicompacta: Posee arcilla de grano fino, son poco permeables y no absorben la humedad.
Cerámica compacta: Tiene una estructura microcristalina, son impermeables, suaves y no absorben humedad. Se ubican allí las lozas finas y las porcelanas.
Cerámica tenaz: Soportan altos esfuerzos. Son las que se emplean en la fabricación de baldosas o porcelanatos, por ejemplo.