En los últimos años Morelos ha perdido hasta 37 por ciento de su entorno natural, especialistas refieren que en estos momentos la vegetación natural cubre menos del 40 por ciento de su superficie; a partir del 2002 y hasta 2011, es una de las entidades en las que se degradó con mayor velocidad la vegetación natural primaria, con una pérdida de 1.26 por ciento.
Así también lo dijo el titular de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), José Sarukhán Kermez, que Morelos es de las entidades de la República mexicana que ha perdido una parte importante de su ecosistema en una firma de convenio a la que acudió Morelos.
Y es que para el rescate de esta biodiversidad, planteó, no sólo se requiere dinero, sino voluntad de las autoridades mediante políticas públicas, para atenuar ese daño y revertirlo, porque se requiere un buen manejo de los recursos.
Aunque no especificó datos con números o cantidades, Sarukhán Kermez hizo notar que la entidad se encuentra dentro de las entidades que han perdido más de un tercio de su biodiversidad, sobre todo por el deterioro de los bosques y la extracción de plantas y animales, la cual genera el empobrecimento de su calidad y gradualmente daños irreversibles; ahora para enfrentar el problema del rescate del ambiente debe ser un tema central de sus autoridades y de la gente, donde todos en realidad se comprometan de forma seria.
MÁS LLAMADOS
Otra especialista como Alicia Batllory Guerrero reflexionó en los problemas ambientales de Morelos; la educación como parte de la solución de la Gaceta ecológica, que la estructura ambiental del estado ha experimentado durante décadas un proceso de crecimiento demográfico, económico y social pero con un control ambiental todavía no suficiente, a pesar de los esfuerzos realizados por la ex Secretaría de Desarrollo Ambiental (SEDAM), actualmente la Comisión del Agua, responsable de las funciones que correspondían a aquella. Un ejemplo son algunos municipios de la entidad, que tienen asociados severos problemas ambientales debido a la dinámica industrial y de servicios, y a un proceso irreversible de urbanización, cuya solución requeriría de un extraordinario esfuerzo colectivo.
Además agregaba con justa razón que a pesar de los llamados de especialistas y académicos las perspectivas que se tienen no son alentadoras: los bosques y selvas de Morelos están sujetos a intensas perturbaciones que plantean la dramática posibilidad de su desaparición. Como resultado de sus múltiples carencias, la población rural está ejerciendo una intensa presión sobre los recursos forestales a través de actividades de desmonte para la agricultura, pastoreo desordenado, incendios forestales, muchos de ellos inducidos, así como explotaciones irracionales, la educación para la población es impostergable.
PROPUESTA DE LEY
Sin embargo a pesar de la ceguera gubernamental, del burocratismo rampante y de la salida fácil de las dependencias a enfrentar el tema, tal vez todavía hay esperanza; en el congreso local, organizaciones y ciudadanos han llevado varias propuestas de ley relativas al medio ambiente.
A pesar de que muchos de estos marcos legales y jurídicos son letra muerta y resultan inaplicables tanto para las autoridades como de poco valor para los ciudadanos, el tema parece que sigue vivo.
La muestra es la propuesta llevada ante la Comisión de Medio Ambiente, Agua y Recursos Naturales del Congreso del Estado, donde se va a discutir la iniciativa de Ley para la protección, conservación y podas adecuadas a todos los árboles y bosques urbanos del estado.
Una de las promoventes Flora Guerrero Goff, representante de Guardianes de los Árboles, dijo que durante tres décadas en la entidad no ha existido el interés por parte de las autoridades para preocuparse por el cuidado y preservación de los árboles.
Esto ha ocasionado, dijo, que Morelos sea el segundo estado más deteriorado en materia ambiental a nivel nacional seguido de Tabasco, donde además sólo se cuenta con el siete por ciento de los ecosistemas nativos de la región en buen estado de conservación.
La propuesta está basada en una norma de protección a los árboles establecida ya en Oaxaca, Querétaro y Monterrey, a través de la cual emitirán técnicas adecuadas de cuidado de los árboles, así como se propone la sustitución in situ, o “en su lugar original" a dónde fueron reforestados.
Otra propuesta relacionada con el tema ambiental es el llamado programa Morelos Entidad Ecológica Especial, que fue suscrita al menos en la firma por organizaciones campesinas, empresarios, legisladores y senadores con el objetivo de emprender acciones normativas y proactivas a favor del medio ambiente, al poder acceder desde la Federación a recursos financieros para atender rezagos en materia ambiental.
En la firma del manifiesto Morelos: de la Revolución Social del Siglo XX a la Revolución Socioambiental del Siglo XXI, se dijo que el proyecto busca que el Gobierno Federal otorgue al estado el estatus de "Entidad Ecológica Especial", lo que da pauta a que el desarrollo de la entidad se base en la sostenibilidad, en la construcción de una economía y una sociedad de flujos cíclicos al mantener los equilibrios biológicos y psicológicos del conjunto.
La intervención federal al ser decretado Morelos Entidad Ecológica Especial, consistirá en la coordinación interinstitucional de las dependencias federales para actuar con flexibilidad normativa y de evaluación sobre los resultados, acordar con las administraciones estatal y municipales su modernización hacendaria, una refundación institucional y organizativa basada en la honestidad, transparencia, austeridad, eficacia y eficiencia, así como inyectar recursos adicionales por ocho mil millones de pesos anuales durante el periodo 2020-2040 para resolver los rezagos en materia de inversión y posibilitar, el inicio del desarrollo sustentable y sostenible de efectos inmediatos y multiplicadores.
PANORAMA INCIERTO
Sin embargo, la verdad en cuanto a números es contundente, en la realidad pasa igual, aquel clima envidiable y anhelado en ámbitos internacionales que dieron vida primero al mote de la "eterna primavera" se va quedando atrás de forma gradual. El "paraíso" morelense también, ya sea por el cambio climático o por la depredación y la invasión de áreas boscosas está quedando sólo en el recuerdo.
Sobre esto, el biólogo Juan Ramón Acosta, encargado de despacho de la delegación de Semarnat en la entidad, dijo, que de acuerdo con la CONABIO desafortunadamente Morelos es uno de los 12 estados de la república que está perdiendo la biodiversidad, "es decir los recursos naturales, esto es grave porque prácticamente la pérdida del capital natural del estado significa perder servicios ambientales y muchos aspectos que tienen que ver con la fauna, sobre todo porque cumple un ciclo importante en la sobrevivencia misma y entonces todo esto es derivado precisamente porque también es la entidad más densamente poblada con más de 340 habitantes por kilometro cuadrado solamente después de la CDMX y el Estado de México".
Esto significa que hay mucha presión sobre los recursos naturales y al ser une estado pequeño en territorio el impacto es directo a la biodiversidad. La urgencia hoy es aplicar en realidad los programas municipales de ordenamiento territorial con el objetivo de recuperar y dar orden a partir de la vocación natural de estos pueblos para que el desarrollo de las actividades productivas se dé ahí mismo.
UNA LETRA MUERTA
Cabe decir que Morelos cuenta con cinco Áreas Naturales Protegidas de carácter federal, y cinco de carácter estatal. En conjunto, estas áreas protegen cerca de 159,068 hectáreas, de las que 128,397 son exclusivas de Morelos, lo que representa el 26% de la superficie estatal y alrededor del 85% de la superficie aún forestada de la entidad.
Desde 2003 se comenzó a trabajar en una estrategia estatal sobre biodiversidad, aunque desde el 7 de junio de 2001 se publicó en el periódico oficial Tierra y Libertad el punto de acuerdo del Congreso del Estado de Morelos, por el cual éste adopta la Estrategia Nacional sobre Biodiversidad de México. Aunque en su momento, el Legislativo se comprometió a promover, dentro del ámbito de su competencia, la aplicación de dicha estrategia, mediante la participación intersectorial, para la elaboración y puesta en práctica de la correspondiente estrategia de conservación de los recursos naturales del estado, con una visión integral y de largo plazo, todo quedó en discurso. Los vaivenes políticos hicieron que el documento fuera olvidado.
Los firmantes instituciones, organizaciones y ciudadanos de Morelos "concordamos en la necesidad impostergable de disponer de un estudio de estado y derivado de éste, una estrategia estatal sobre biodiversidad. Reconocemos en este proceso la oportunidad de convocar a la sociedad morelense y propiciar que cada uno pueda identificar las características y necesidades en materia de conservación y uso de la biodiversidad".
Entre los argumentos de ese análisis se resaltaba que a pesar de su riqueza en diversidad biológica, Morelos paradójicamente ocupa uno de los primeros lugares en la transformación de sus ecosistemas naturales, donde una de las causas principales de transformación, es el crecimiento agropecuario y urbano que se ha venido generando en las últimas décadas.
Hoy solamente existen dos áreas naturales protegidas (ANP): la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla (REBIOSH) y el Corredor Biológico Chichinautzin (COBIO), hay algunas otras áreas que han sido decretadas reservas ecológicas (Sierra Montenegro y Las Estacas) y podrían convertirse en algún momento en corredores biológicos entre la REBIOSH y el COBIO, aunque hoy poco se ha hecho en este tema.
Desde el 2003 aquellos representantes de organizaciones y entidades gubernamentales que participaron plantearon una serie de estrategias, aplicar sistemas y prácticas productivas que respeten el medio ambiente, generar un adecuado control de la contaminación, en cualquiera de sus variantes, en todo el territorio estatal; uso de tecnologías apropiadas, tales como el baño seco, la separación de basura doméstica, el composteo, el huerto ecológico familiar, la energía solar y los medios de transporte no contaminantes; debe haber ciudades delimitadas y ordenadas, en las que los servicios urbanos, el consumo de energía, la construcción, la generación y el destino de residuos, entre otras actividades, estarán regulados; las cuencas hidrográficas tengan corredores ecológicos que bordeen y protejan los ríos y cuerpos de agua; que funcione eficientemente el Sistema Estatal de Áreas Naturales Protegidas; entre otros, de todas esos planes nada quedó y poco se hizo.
Aunque en su momento el documento fue un avance entre todas las entidades, el hecho de que se haya quedado en el escritorio también es significativo porque en 15 años no hubo avance alguno.