En Cuernavaca, una de las principales avenidas y de las más transitadas tiene el nombre de Plan de Ayala, pero ¿en realidad, qué contiene el documento promulgado por el general Emiliano Zapata el 28 de noviembre de 1911?
Este 2020 se cumplen 109 años de la promulgación del Plan de Ayala, en el que, de acuerdo con el cronista de Cuernavaca, Octavio Sedano Reynoso, se pedía principalmente la destitución de Francisco I. Madero por traicionar los postulados de la Revolución, así como demandas de la rebelión agraria.
“Los revolucionarios en aquel entonces, como Emiliano Zapata, Otilio Montaño, el profesor Pablo Burgos, quien murió iniciando la revolución, veían el Plan de San Luis como una salvación para los campesinos de Morelos, prometían que se iba a solucionar el problema de la tierra”, expresó.
El Plan de Ayala surgió después de que Francisco I. Madero rechazara seguir los ideales prometidos. El primer punto por el cual se guía el Plan de Ayala es reconocer y respetar a Francisco de la Barra como presidente provisional de la república; y declaraban que fueran destituidos los actuales gobernadores provisionales y que sean nombrados a voluntad del pueblo y jefes de la presente contrarrevolución así como el jefe de armas y fuerzas que guarnezcas las plazas.
Sigue vigente la lucha del territorio
El historiador Edgar Castro Zapata, bisnieto del Caudillo del Sur, y actual presidente del Instituto Probeteranos de la Revolución del Sur en Morelos señaló que a pesar de las infamias, de las guerras de exterminio, de las negaciones y de las contrareformas agrarias y la devastación actual del campo, la lucha zapatista sigue vigente y su programa fundamental conserva una considerable influenza en el seno de las luchas populares.
Considera que actualmente existe un gran interés en la historia y el legado de Emiliano Zapata, tanto en la comunidad social y académica, como ejemplo citó la actual defensa del territorio y del agua contra la termoeléctrica de Huexca.