El 21 de junio de cada año se conmemora a nivel internacional el Día de la Educación No Sexista, con el objetivo principal de promover el derecho de las mujeres a una educación democrática, libre de estereotipos, que no refuerce la discriminación femenina en el mundo del trabajo, la familia y los espacios públicos de poder.
De acuerdo con la investigación Educación y discriminación de género. El sexismo en la escuela primaria. Un estudio de caso en Ciudad Juárez de Nava Saucedo, Diana Carolina; López Álvarez, María Guadalupe, a pesar de que en México no existe formalmente la discriminación de las mujeres en cuanto a su derecho a la educación, todavía el número de éstas que incursionan en el sistema escolar es bajo, “es un hecho que en cifras relativas y absolutas, existe la misma proporción de mujeres y hombres en los ciclos básicos, pero sólo una de cada tres mujeres concluye la educación básica, con una participación decreciente en los niveles medios, en tanto que el porcentaje que llega a la educación superior es mínimo”.
El sexismo es un problema del que normalmente no son conscientes maestras, maestros y el alumnado. Paradójicamente, la discriminación sexista se produce con el esfuerzo habitual del comportamiento de niñas, niños y docentes. Existe muy poca resistencia, y en lugar de esto hay un proceso de adaptación de niñas y niños a aquello que se esperaba de ellos y ellas, respectivamente.
¿Qué es el sexismo? Es una práctica social naturalizada, referido así por la política, académica e investigadora mexicana, Marcela Lagarde, es la opresión social fundamentada en la diferencia sexual de las personas.
El sexismo, como un problema poco analizado, es trascendente, pues afecta, según Lagarde, a la totalidad de las relaciones humanas, los sujetos particulares con sus trayectorias de vida dentro de la sociedad, en las instituciones y, sobre todo, frente al Estado; es decir, que se reproduce en todos los espacios de la vida: doméstico, comunitario, laboral e institucional.
¿Qué tan sexista es la educación en Morelos?
Una de las funciones de la Nueva Escuela Mexicana impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador es buscar la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación, por lo que maestros y sociedad en general deben fomentar esta cultura y educar con valores.
Este nuevo modelo educativo tiene un tinte importante en relación a la equidad de género, e incluso los programas están manejados para combatir la discriminación de los roles de género, expresó Lili Mayen, maestra de nivel secundaria de Formación Cívica y Ética, “en papel suena muy bonito. La nueva propuesta educativa le va a echar muchas ganas a lo que es la equidad y luchar contra los prejuicios de género pero vamos a ver si se puede llevar a cabo o no porque depende de los contextos y también de cada profesor”.
La docente confirmó que el hecho de que el sexismo este presente en las aulas depende mucho del contexto social, como ocurre en el municipio Coatlán del Río, donde se encuentra laborando; “se refleja mucho más, son los mismos estereotipos o roles de género que traen implantados y pasa mucho que los profesores (no en su mayoría) quienes son del mismo pueblo como traen los mismos estigmas tienden a fomentar el machismo o sexismo, delimitando ciertas actividades para mujeres y otras para varones”.
Señaló que un claro ejemplo de este tipo de actitudes fue que un grupo de estudiantes que deseaba participar en la clase de Bastoneros, considerada una actividad para mujeres, recibió la burla de otros maestros y hasta fueron discriminados al ser un curso de gimnasia rítmica. Otro caso, mencionó, fue el 14 de febrero cuando la directora de la escuela secundaria no permitió que dos mujeres se casaran en el Registro Civil, aunque fueran amigas dijo no porque esta mal visto esto suceda.
Bajo esta primicia, se da a conocer que los mismos padres de familia son quienes propician el sexismo, esto sucedió en el poblado de Santa Catarina en el municipio de Tepoztlán donde madres y padres exigieron a las maestras de Formación Cívica y Ética no impartir la clase de educación sexual, porque no era un tema que quisieran sus hijas e hijos conocieran; algunos hasta arrancaban las hojas de los libros de texto, asegurando que si sus hijas salían embarazados o sus hijos embarazaban a una chica, estos dejarían la escuela y se pondrían a trabajar.
De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México en 2018, 2.2 millones de adolescentes abandonaron la escuela por falta de recursos económicos, mientras que el 14.4 por ciento de ellos se ve en la necesidad de buscar un trabajo para ayudar a su familia.
El Subsistema de Información sobre Nacimientos (SINAC) de la Secretaría de Salud, detalló que entre 2008 a 2018, cada año, en promedio, 14 mil 568 menores de 10 a 14 años se convirtieron en madres, de las cuales el 82.4 por ciento se dedican a quehaceres del hogar, 12 por ciento siguen en la escuela y el 5.5 por ciento tiene un trabajo remunerado.
El sexismo se da asimismo con los docentes, ya que por costumbre o tradición, los primeros grados están atendidos por maestras, mujeres, consideradas como ideales para atender a los alumnos que inician su educación primaria y que requieren de mayor vigilancia y de un trato amable y amoroso.
La sugerencia más habitual por parte de docentes de escuelas primarias y secundarias para ayudarles a afrontar el sexismo es la concienciación: reconocer que el sexismo es un problema y que debe combatirse; entender la naturalización de la desigualdad de la sociedad es indispensable para poder comprender todas las manifestaciones del sexismo y así poder erradicarlo.