“Un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”, de esta icónica frase llama la atención la veracidad de sus palabras, porque si bien el tiempo no se detiene, los errores que se cometen a nivel nacional y local son los mismos.
Esto demuestra la importancia de los historiadores, personas que escriben o describen la historia de las civilizaciones o hechos pasados, su labor es no dejar que las nuevas generaciones olviden lo ya vivido y las lecciones que se han aprendido en el camino.
En México, cada 12 de septiembre se conmemora el Día del Historiador con motivo de la fundación de la Academia Mexicana de la Historia, correspondiente de la Real de Madrid, institución que tiene como objetivos primordiales realizar investigación dentro de las diversas ramas de la historia de México.
A finales del Siglo XIX, en Morelos aparecieron grandes escritores, quienes si bien no se autodenominaban como historiadores, sí tenían la encomienda de desarrollar la biografía del estado, como el ingeniero Domingo Díez, científico e historiador morelense; Samuel Hernández Beltrán, cronista de la histórica ciudad de Cuautla; también se contó con la presencia cronista, Valentín López González, quien fue escritor y político mexicano, de carrera historiador y cronista de Cuernavaca durante 30 años, él realizaba investigaciones a nivel estado que publicó en folletos sobre el general Emiliano Zapata, Anenecuilco y el municipio de Ayala.
Octavio Sedano Reinoso, presidente del Consejo de Crónicas de Cuernavaca A.C., puntualizó que la historia siempre es contada en voz de los vencedores, ya que según información de la maestra en historia, Guadalupe Jiménez Codinach, la independencia de México está llena de mitos pero no hay una realidad, “y esa historia quién la contó sino que el Gobierno que ganó”.
Valentín López González Aranda, integrante del Consejo de Crónicas de Cuernavaca A.C., expresó que si bien a los gobernantes no les interesa la historia, sí intentan manipularla para sus propios intereses, situación que sigue ocurriendo al día de hoy.
“El Zapatismo ha sido muy manipulado por los gobiernos, han tratado de decir que son zapatistas, han tratado de resaltar la figura del zapatismo pero en realidad no tienen un afán agrario, no tienen ese sentido agrario pero sí lo utilizan, lo manipulan”, aclaró.
Los cronistas refirieron que para las autoridades la historia y la cultura ha quedado en segundo plano, sin importar la relevancia que tiene no sólo para los ciudadanos sino también para mejorar su propio gobierno y efectivamente cambiar la historia de Morelos.
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