Morelos es una tierra fértil: ubicado en el Eje Neovolcánico, una buena parte de su suelo cuenta con bosques templados que, para quienes viven cerca de ellos o los visitan, ofrecen hermosas vistas de una naturaleza primigenia. Sus caudales de agua también dan pie a cultivos de todo tipo, principalmente de sorgo, arroz y maíz. En la región más alta, la gente cosecha de todo: aguacate, jitomates, nopales y una larga lista de frutas y legumbres que prácticamente van del suelo a la mesa. Sin embargo, hay situaciones que amenazan este idilio.
De acuerdo con la doctora Kalina Bermúdez Torres, del Centro de Desarrollo de Productos Bióticos (Ceprobi) ubicado en Yautepec, nuestra entidad enfrenta actualmente problemas relacionados con la pérdida de superficie forestal, contaminación de aire, agua, crecimiento poblacional, crecimiento de la mancha urbana, cambio de uso de suelo, minería, deforestación, tala inmoderada e incendios.
Si bien dichos problemas han deteriorado el suelo morelense, también hay ciudadanos, instituciones y agrupaciones interesadas en contribuir con su rescate.
Hueyapan, recuperando la comunión con la Madre Tierra
A los pies del volcán Popocatépetl, los habitantes de Hueyapan solían tener una relación casi mística con su suelo hasta hace no mucho: lo usaban para cosechar los productos que necesitaban en su mesa sin caer en el abuso; construían sus hogares usando tierra y ocote; y usaban la madera de los árboles caídos para construir sus propios muebles. Al final, todo se quedaba en el pueblo. Sin embargo, pronto la producción de aguacate se convirtió en algo más que redituable y la tala de árboles rebasó los límites. Actualmente, el cambio de uso de suelo y la tala inmoderada de árboles son dos de los principales problemas que enfrenta el pueblo.
“Hueyapan está rodeada por unos diez cerros que se han ido talando para sembrar aguacate, así que hay un cambio de cultivo que a la larga va a provocar que se acabe el suelo, el monocultivo se está imponiendo y eso lo está deteriorando”, considera Gabriel Tun, del Centro de Encuentros y Diálogos A.C., una agrupación que busca incentivar proyectos comunitarios que beneficien tanto al ambiente como a las familias.
En los últimos años, particularmente después del sismo del 19-S, esta agrupación ha puesto en marcha varios programas para reconstruir hogares recuperando la técnica del adobe, pero también tiene en puertas la apertura de un centro comunitario de agroecología con el que se espera formar nuevas generaciones de agricultores que laboren la tierra sin dañarla.
Recuperación del río Yautepec
Para preservar un espacio natural no hay límite de edad. En Yautepec, un grupo de estudiantes de nivel medio superior iniciaron un trabajo de reconocimiento en el río de la localidad, actualmente afectado por problemas de contaminación derivados del crecimiento de la mancha poblacional. Dicho proyecto fue realizado en colaboración con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua y, en febrero pasado, les valió una participación especial en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
A nivel local, agrupaciones como la asociación civil JCI Yautepec también realizó labores de limpieza y reconocimiento de especies amenazadas por la contaminación del río, un trabajo con el que se buscó poner en valorización la fauna del lugar e invitar a las autoridades a contribuir en su conservación.
Acciones individuales
Si bien el rescate de nuestro suelo incluye acciones colectivas relacionadas con la conservación de áreas naturales, el manejo integral de los residuos, proyectos sustentables, parques urbanos y jardines botánicos, también hay acciones que, de manera individual, pueden ayudar a reducir el daño causado al suelo y la naturaleza.
De acuerdo con la doctora Kalina Bermúdez, estas acciones pueden ser el cambio de hábitos en el uso racional y sustentable del agua, la energía y los vehículos; la separación de residuos, las llamadas compras verdes y preferenciar los mercados y productos locales, así como usar ecotécnias como la energía solar y la captación de agua de lluvia.
GRAVE AMENAZA
Morelos enfrenta actualmente problemas relacionados con la pérdida de superficie forestal, contaminación de aire, agua, crecimiento poblacional, crecimiento de la mancha urbana, cambio de uso de suelo, minería, deforestación, tala inmoderada e incendios