Eficaz para ahuyentar al diablo y brindar protección a las personas, según se dice, la flor de pericón proviene del náhuatl Yahutli, que significa niebla u oscuridad. Esta flor es considerada una de las hierbas de Tláloc y tiene más de 500 años de antigüedad; es utilizada por la población para alejar a los malos espíritus en forma de cruz, en las puertas de sus hogares. También marca la conclusión anual de un ciclo agrícola. Sin embargo, también tiene propiedades antibióticas; en la actualidad es utilizada en tés para curar padecimientos físicos.
A la flor de pericón se le atribuyen poderes de protección; por décadas, cada 29 de septiembre las personas colocan esta flor en forma de cruz afuera de sus casas, en carros y sembradíos para, según las creencias, ahuyentar al diablo.
Cuenta la leyenda que cada 29 de septiembre el diablo anda suelto en las calles, pues de acuerdo con la tradición católica, San Miguel Arcángel persiguió incansablemente a Satanás, quien fue expulsado del cielo y en su huída, el diablo recorre las calles e intentará entrar a sus hogares, logrando derrotarlo.
Con la flor del pericón se crean cruces de todos tamaños y éstas son vendidas en las calles para que los creyentes católicos puedan colocarlas y dejarlas así durante todo el año, con el objetivo de proteger a sus familias y sus hogares.
FUENTE DE EMPLEO
Días antes del 29 de septiembre, don Francisco, habitante de Axochiapan, acude a Totolapan cada año a cortar la flor. Dedica varias horas a la labor para llevarse la mayor cantidad de flores y poder venderlas en su comunidad, y aque, asegura, hay pocos sitios donde se reproduzca la planta.
"Se le gana poquito al corte de la flor; ¿qué tanto puedo cortar yo solito? No sé si se utiliza la flor para el té, pero en mi pueblo al menos las que yo vendo son para las cruces o las familias las suelen utilizar para preparar elotes".
Además de su uso tradicional en las cruces, en los tés y en algunos rituales, en el municipio de Axochiapan utilizan la flor para la preparación de los elotes, el entrevistado afirmó que muchas mujeres ponen a cocinar los elotes junto con esta flor para darle un mayor sabor.
La flor de pericón es considerada como un patrimonio de México no sólo por su herencia indígena, sino porque en la actualidad sigue siendo utilizada con fines curativos.
DESAPARECE EN YAUTEPEC
Aunque el municipio de Yautepec debe su nombre a la Flor de Yiauhtli, mejor conocida por la gente como "flor de pericón", en dicha localidad de la región Oriente de Morelos ya no es posible encontrar cultivos de esta planta, lo que ha llevado a un grupo de ciudadanos a buscar apoyo con el Centro de Desarrollo de Productos Bióticos (Ceprobi), pertenciente al Instituto Politécnico Nacional (IPN), que se encuentra en este municipio.
Así lo expuso César Ortíz Triana, investigador e integrante del Grupo Cultural Yautepec, quien refirió que, junto con el Museo del Chinelo y la preparatoria ARA, ubicada en el municipio, los ciudadanos promoverán un proyecto de investigación y rescate del Yiauhtli.
El investigador señaló que la importancia del pericón para los habitantes de Yautepec no sólo se basa en la costumbre de colocar cruces en las puertas de las casas el 29 de septiembre, en el marco de la festividad de San Miguel, sino que viene de tiempo atrás, desde tiempos prehispánicos, previos a la llegada de la cultura europea:
Antes de que los europeos nos invadieran, se llevaba a cabo una fiesta dedicada a la Diosa Xilonen, señora del maíz tierno, durante la cual se adornaba con flores de yiauhtli. Lo triste es que la flor que da nombre a Yautepec ya no se encuentra aquí, con lo que prácticamente hemos perdido nuestro símbolo de identidad