El alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, confirmó que durante la Feria de Tlaltenango no se permitirá la venta de bebidas alcohólicas porque el municipio quiere mantener el orden durante los días de fiesta. Incluso harán operativos constantes para verificar que se cumpla la instrucción.
No permitimos la venta de bebidas alcohólicas en este tipo de ferias porque es de convivencia familiar, y eso invita a que más gente asista; así estarán seguros de que no habrá personas molestándolas
Para garantizar que la diversión y el esparcimiento sean sanos y seguros, desde el 31 de agosto la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca (Seprac) realizará recorridos por toda la avenida Emiliano Zapata para verificar que los comerciantes, al igual que Protección Civil, tanto aquellos que participan en la feria como los que tienen negocios establecidos, respeten las normas establecidas.
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Fomento al comercio local
Urióstegui Salgado destacó que, al igual que en ediciones anteriores, la administración municipal busca que la mayoría de los comerciantes sean de Cuernavaca. Por eso insisten en que el comité de la ayudantía de Tlaltenango dé preferencia a los artesanos locales para fomentar el comercio y beneficiar la economía de la capital.
Hemos buscado privilegiar a los artesanos locales, aunque también hay espacios para personas que vienen de otros lugares
El alcalde está seguro de que la Feria de Tlaltenango, la más grande de Cuernavaca, adquiere un valor añadido al contar con productos locales y la identidad de la celebración.
La feria sigue en pie
A pesar de que algunos vecinos han expresado su descontento, el alcalde comentó que la feria se llevará a cabo tal como está planeada. Incluso si se realizan manifestaciones en la vía pública, no habrá cambios en los planes.
“Los que llegaron después quieren modificarla, pero son solo 10 días de 365 al año. Se va a llevar a cabo; cada quien es digno de reconocerse en sus creencias”, subrayó Urióstegui Salgado.
El alcalde recordó que esta tradición, que se remonta a más de 300 años, tiene un origen religioso que se preserva hasta la actualidad, lo cual le otorga un valor cultural. El municipio considera inapropiado intervenir o modificar estas actividades, ya que el espacio estaba dedicado al culto religioso a la Virgen de los Milagros mucho antes de que existiera la avenida y se convirtiera en una de las principales arterias de la ciudad.
La feria inicia el 31 de agosto y termina el 9 de septiembre; los más de mil puestos se colocarán en la avenida Emiliano Zapata, desde La Pradera hasta la glorieta de Los Pueblos Originarios en Tlaltenango.