Durante el cuarto viernes de cuaresma, habitantes de Tepoztlán y Tlayacapan se unen para venerar a la Virgen del Tránsito, por lo que desde minutos antes de que salga el sol, los tepoztecos parten con dirección a Tlayacapan, atravesando los cerros hasta arribar a la comunidad de San José de los Laureles, en donde son recibidos por los habitantes de Tlayacapan, y ahí juntos continúan el camino hasta la Capilla de la iglesia de la colonia El Plan.
El pasado viernes 29 de marzo, habitantes de diferentes barrios de Tepoztlán salieron antes del amanecer de sus hogares para venerar a la Virgen del Tránsito, en donde caminan rumbo a Amatlán, y siguen el sendero para cruzar los cerros que les permiten llegar por la mañana hasta la iglesia.
De acuerdo con los pobladores, esta tradición data desde el año 1600 aproximadamente, cuando Martín Cortés, hijo de Hernán Cortés y la Malinche, vivía en el barrio de la Santísima Trinidad en Tepoztlán; en su casa tenía a la Virgen, la cual estaba siempre acompañada de palomas.
No obstante, cuando él se iba de esa región, los pobladores le solicitaron la Virgen del Tránsito para que se quedara en Tepoztlán, ya que al quedarse la virgen en el lugar, los habitantes podrían venerarla en el pueblo; al lograr que Martín Cortés la dejara, los originarios la trasladaron a la Parroquia de la Natividad.
Pasaron muchos años hasta que en la época de la Revolución, cuando la iglesia era utilizada como cocina por las mujeres de los soldados, cocinaban al lado de la Virgen del Tránsito, por lo que la imagen se ensució y deterioró, por lo que los mayordomos decidieron llevarla a restaurar a Tlayacapan.
Tras su reparación, los tepoztecos iniciaron su peregrinaje para llevarla de regreso a la iglesia de aquella localidad, sin embargo la imagen de manera inédita pesaba mucho, por lo que en el paraje de El Plan se quedaron y ya no pudieron moverla.
Por ello, se erigió una capilla erigida en honor a la virgen de Guadalupe, debido a que ya no la pudieron mover; en este el lugar, hasta la fecha, cientos de fieles de Tepoztlán y Tlayacapan acuden cada año, el cuarto viernes de cuaresma para venerarla.
Cabe destacar que para su celebración realizan dos celebraciones, la primera es cada cuarto viernes de cuaresma, fecha en la que se recuerda el acontecimiento milagroso de la Virgen del Tránsito y la segunda, el 13 de agosto, cuando la iglesia festeja el Tránsito o Dormición de la Virgen María.
El origen
La Virgen pertenecía al hijo de Hernán Cortés y la Malinche, Él entrego la imagen a los Tepoztecos y después de años la mandó a reparar a Tlayacapan, sitio de donde ya no quiso moverse.