Flaquea la protección del arcángel

Pegan cambio climático y bajas ventas a vendedores de flor de pericón a las que se asocia con la protección a inmuebles y automóviles en la fiesta de San Miguel

Katy Cárdenas l El Sol de Cuernavaca

  · domingo 27 de septiembre de 2020

Froylán Trujillo l El Sol de Cuernavaca

El cambio climático también ha llegado a afectar los sembradíos de “flor de pericón”, ya que en los últimos diez años los recolectores han visto que cada vez tardan más en salir las flores de los botones y en otros casos más severos no llegan a florecer; éste no es el único problema que enfrentan pues debido a la poca afluencia de personas en las iglesias, también han percibido la caída de venta en casi un cincuenta por ciento.

Familias completas provenientes de la comunicad de Cuentepec, perteneciente al municipio de Temixco, salen de madrugada para llegar a Cuernavaca a vender las flores de pericón que usualmente florecen en esta época de septiembre como recordando la cercanía de la festividad de San Miguel Arcángel.

“Seremos unas cincuenta familias que venimos a Cuernavaca a vender manojos de flores, o cruces de flor de pericón; en mi caso viajo con mi esposo y también compartimos el viaje con un señor y su hijo que venden igual que nosotros aquí afuera de la Iglesia de San Miguel Acapatzingo, pero ahora es menos la gente que está saliendo a comprar por eso traje pocas flores”, dice Bernabela en tanto que junta una a una las flores para crear un manojo.

De unos cincuenta manojos que vendía por día en años anteriores, sobre todo en el domingo previo al 29 de septiembre, para este 2019 la contingencia ha hecho mella y logra vender máximo uno 30 “cada uno lo doy en diez pesos, ya sea en manojo para que las personas hagan sus cruces o ya hecha la cruz”.

La cruz de flor de pericón es colocada por los católicos en las entradas de sus hogares para evitar que el “demonio” entre este 29 de septiembre día en que se conmemora a San Miguel Arcángel considerado “protector de la iglesia encargado de frustrar a Lucifer”.

“Se pone el 29 de septiembre o desde el 28 en la noche para que no entre el demonio a la casa, se quita ya cuando la persona guste a veces esperan a que se pierda el olor o se seque la flor, ya depende de cada persona; se pone en la puerta principal pero algunas también las ponen en las ventanas o en todas las entradas y salidas que tengan la casa”.

Por lo peligroso del camino acostumbran recolectar la flor muy temprano y en grupos, empero, lamentan que por el cambio climático que ha golpeado a la naturaleza “cada vez encontramos solo botones, las flores ya no brotan ya no es como antes que el campo se llenaba de la flor y hasta olía en todo el camino; mi esposo tenía como cuatro años que venía a vender con sus padres y eso me cuenta que el cambio que ha visto”.

Ella no es la única que “baja” a vender la flor a Cuernavaca, también lo hace Yahir de 11 años de edad y tres de hacer manos de dicha planta.

“Vengo con mi papá le ayudo a juntar las flores, las corto y él hace la cruz; me gusta venir con este año ya son tres que vengo a Cuernavaca hoy tuvimos que madrugar para llegar a buena hora”, platica y a la vez llama a su papá para que atienda a una clienta que llega a preguntar por el precio.

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