En una de las colonias más populares de Cuernavaca se ubica un famoso negocio, gelatinas Don Rodo, que desde 1975 se ha convertido en el preferido de grandes y chicos, de residentes y visitantes que buscan degustar este rico y típico producto que forma parte de la alimentación de los mexicanos.
Gelatinas Don Rodo inició hace 46 años en el mercado Narciso Mendoza, de la colonia Carolina, ante la necesidad de Don Rodo y su esposa por darles un futuro mejor y sacar adelante a sus 11 hijos. Originarios del poblado de Tilzapotla, perteneciente a Puente de Ixtla, decidieron mudarse a la capital del estado.
Aquí obtuvieron la posibilidad de quedarse con el negocio y también con la receta de las gelatinas; si bien fue una decisión complicada de tomar debido a que don Rodo y su esposa no tenían mucho dinero se aventuraron a aceptar esta oportunidad, pidieron dinero prestado y poco a poco, con trabajo, perseverancia, calidad y sabor único en sus productos, saldaron su deuda y posicionaron un negocio de primera, 100 por ciento familiar.
Alán Urióstegui Ayala, nieto de don Rodo, se encarga junto con sus tíos de atender el negocio situado en el local 155 del reconocido mercado, expresó a Juntos Crecemos que Gelatinas Don Rodo es un puesto ya aclientado, cuentan con consumidores no solo de Cuernavaca y Morelos sino también de otros estados y hasta de Estados Unidos, que iban desde niños y ahora se llevan las gelatinas y rompope hasta su lugar de residencia.
Gelatinas Don Rodo es un negocio que te transporta a la época cuando eras niño y tus papás te llevaban por una gelatina con rompope, la cual te podías comer en vaso o en bolsa, el punto era disfrutar este postre, que en ocasiones era un premio por acompañar a tus padres a hacer las compras en el mercado.
“La receta ha tenido muchas modificaciones a lo largo del tiempo, mi abuelito fue descubriendo nuevas cosas, la fue cambiando y poniendo un poco de su toque. Actualmente yo me hago dos horas y media en elaborar el rompope y las gelatinas, que son caseras”.
El negocio familiar ha salido victorioso frente a diversas adversidades, cómo ha sido la pandemia de Covid-19, que si bien ha disminuido considerablemente sus ventas, en especial los domingos que es considerado su día fuerte, la necesidad de no perder una tradición familiar ha logrado que se mantengan a flote, como uno de los negocios típicos en la capital del estado.
Urióstegui Ayala señaló que las autoridades nunca les pidieron cerrar; sin embargo, fue decisión de su abuelita bajar las cortinas por dos meses en 2020, durante el tiempo de mayor aislamiento social; pero al observar que la contingencia sanitaria no daría tregua muy pronto retomaron el servicio respetando cada una de las medidas de seguridad sanitaria. Fueron uno de los primeros negocios en poner un plástico para mantener el distanciamiento social, así como ellos mismos fabrican su gel antibacterial.
“Sí disminuyeron las ventas, especialmente los domingos que es el día que más vendemos, si hemos hecho menos cantidades de gelatina. Estábamos acostumbrados a hacer entre 35 a 40 litros de gelatina y hoy hemos hecho 30, 35 litros máximo, se redujo muchísimo la cantidad de venta en domingo”.
Entre semana, refirió, las bajas ventas han alcanzado apenas un 10 por ciento, por lo cual, consideró, no afecta tanto o no se ha observado en demasía en comparación con los fines de semana que han llegado a perder entre un 30 a 40 por ciento de ingresos.
Previo a la crisis sanitaria, Gelatinas Don Rodo tuvo que subir un poco el precio, ya que los insumos, como la leche, azúcar y la canela aumentaron de costo, aunque sus precios se mantienen entre los más bajos de la ciudad, tienen gelatinas de cinco, nueve, 10 y 12 pesos, en tanto el rompope lo llegan a vender hasta en 75 pesos el litro.
“Nosotros fabricamos el rompope que es lo más conocido del puesto, las gelatinas saben ricas pero lo que llama la atención en el negocio es el rompope, si yo no vendo rompope no vendo gelatinas. El rompope es casero, no tiene conservadores”.
La pandemia, reconoció Alán Urióstegui Ayala, ha sido complicada para su abuelita y su tío, quien está a cargo de elaborar las gelatinas como tal, porque no sabían cómo manejar el negocio, pero gracias al apoyo y consejos de sus hijos, hoy lo han mantenido a flote como el primer día.
“Fue algo nuevo, especialmente porque mi tío, quien está haciendo las gelatinas, no tenía mucha experiencia; yo le enseñé porque mi tío, quien se iba a quedar con el negocio, falleció y también se llamaba Rodo, el puesto terminó teniendo un muy buen significativo. Fue un poco difícil para mi abuelita como para mi tío porque fue algo muy nuevo que no sabían bien cómo lo iban a manejar, pero quienes la apoyaron mucho fueron sus otros hijos y la fueron aconsejando cómo llevarlo”.
Tras 46 años en el mercado, gelatinas Don Rodo se ha posicionado como un referente entre el comercio local, contando con una sede alterna en la colonia Altavista, atendido sólo por familia, “se ha manejado igual y aunque el negocio pasó a ser de mi abuelita, ella no sale a vender sólo se dedica a hacer el flan porque también vendemos flan napolitano y es lo que ella sigue haciendo”.
En la colonia AltaVista es donde preparan la gelatina y el rompope para después repartirlos entre el mercado de La Carolina y Altavista, aquí instalan una mesita afuera de su casa ofreciendo sus productos.
Gelatinas Don Rodo se encuentra situado en el mercado Narciso Mendoza, de la colonia Carolina en calle Centenario s/n, Carolina con un horario de servicio de 7:30 a las 15:00 horas y en la colonia Altavista a una cuadra arriba del mercado municipal, al exterior de una casa de ladrillos, aquí cierran a las 14:00 horas de lunes a domingo.
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