En cuanto a políticas públicas del cuidado y protección del medio ambiente, la administración que encabeza el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo se va en blanco y sin dejar una huella, un ejemplo claro es el saqueo que sufre la reserva Sierra Montenegro, así lo aseguró Flora Guerrero Goff, directora de Guardianes de los Árboles.
La integrante del Comité Ejecutivo del Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio de Cuernavaca y del Consejo Ciudadano Forestal Estatal, refirió que pudo haber dejado un precedente de avances en políticas de protección al ambiente en toda la entidad.
Citó como ejemplo la reserva estatal Sierra Montenegro, un ecosistema de selva baja caducifolia y cercano a la planta Cementera Moctezuma, el cual tiene una riqueza muy gran en biodiversidad; sin embargo, está siendo depredada diariamente con el saqueo de grava, arena, piedras, de plantas y afectada también pro el crecimiento urbano ilegal.
“Cabe recordar que es una reserva protegida estatal, que le corresponde a la Secretaría de Desarrollo Sustentable, al Gobierno del Estado cuidarla; sin embargo, no lo está haciendo, no hay un programa de manejo para esa reserva”, dijo.
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Asimismo, Flora Guerrero aseguró que el gobierno del estado permitió hace tres o cuatro años, la construcción de una vialidad en plena área protegida de la reserva Sierra Montenegro, a pesar de que ambientalistas y académicos le hicieron ver que era ilegal porque lo prohibía el decreto y leyes.
Agregó que permitieron que el municipio de Yautepec pavimentara un camino que era de terracería dentro del área natural protegida.
“De la misma manera lo podemos ver en los bosques del norponiente de Cuernavaca, del cual tenemos el privilegio de tener el corredor biológico Chichinautzin, que es (un) área federal; sin embargo, el gobierno del estado tiene a obligación y tiene el derecho de coadyuvar con las instancias federales, como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la Conafor, la Profepa, de coadyuvar para proteger esos bosques; sin embargo, simplemente no lo hace”, aseguró.
Indicó que prueba de ello es la tala ilegal diaria de los bosques, y del crecimiento urbano ilegal e incluso aseguró que existen tiendas de conveniencia o minisúper construidos en plena área natural protegida, muy cerca de los bosques mesófilos, que son ecosistemas muy delicados de los cuales existen muy pocos en el planeta.
Guerrero Goff lamentó que sigan operando basureros a cielo abierto, los cuales están contaminando con lixiviados, con incendios.
“La pérdida de biodiversidad en Morelos es bastante seria por la depredación de los ecosistemas nativos y el crecimiento urbano a nivel estatal, podemos mencionar los bosques de Tlalnepantla, Tetela del Volcán, algunos mejor conservados que otros, pero ciertamente se ha ido perdiendo la cubierta forestal, tanto de pino encino como de selva caducifolia”, expresó.
En cuanto a las manifestaciones de impacto ambiental que le competen al Comité Técnico sobre Impacto Ambiental del gobierno del estado existe una irregularidad preocupante, porque muchas de las construcciones en Morelos no cuentan con ellas.
“El gobierno tiene la obligación de estar al pendiente, si una obra se está construyendo, ellos tienen que verificar junto con las autoridades municipales, si ese proyecto de construcción ya sea de una fábrica, de una casa habitacional (o) de un hospital, cuenta con una manifestación de impacto ambiental; sin embargo, no lo hacen”, concluyó.
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