Un llamado a la Secretaría de Hacienda del gobierno de Morelos es el que realizó el Congreso local para que realice “las acciones necesarias para que plataformas tecnológicas o digitales, así como personas físicas o morales que fungen como promotores, operadores turísticos, intermediarios, facilitadores o representantes en la prestación de servicios de hospedaje, enteren el Impuesto sobre la Prestación de Servicios de Hospedaje (ISH), para que ingrese a las arcas de la administración local”.
Lo anterior se sustenta en que “de reciente creación o surgimiento, las plataformas digitales de alojamiento entre particulares se han extendido de forma acelerada en los destinos turísticos nacionales e internacionales”, y Morelos no ha sido la excepción, “por contar con diversas bondades como su clima, sus atractivos naturales, su patrimonio cultural material e inmaterial, entre muchos otros”.
El objetivo del acuerdo parlamentario “es impulsar acciones que generen una competencia equitativa entre el sector hotelero y los servicios de alojamiento compartido”, a través de la tributación del impuesto sobre la prestación de servicios de hospedaje, ya que en la actualidad “dicho servicio prestado fuera de los hoteles, no paga impuesto alguno”, en tanto que los empresarios del ramo hotelero además de cumplir con sus obligaciones fiscales, asumen la carga económica que genera el mantenimiento de instalaciones, mobiliario y nómina, entre otros.
En este sentido, el promotor de la iniciativa, el diputado Ángel Adame Jiménez, hizo notar que entidades federativas como Ciudad de México, Oaxaca, Sinaloa y Quintana Roo ya ejecutan el cobro de este impuesto a las plataformas digitales.
Agregó que, “además de contribuir a la eliminación de la competencia desleal, la recaudación fiscal aumentará”, abonando al fortalecimiento del Fideicomiso de Turismo, “para la eficiente difusión y promoción de nuestra entidad federativa como un destino turístico atractivo e importante de la Región Centro de nuestro país”.
Y es que el sector turístico es fundamental para la economía mexicana, y hoy cuenta con ofertas diversificadas que se suman a la tradicional disponible (hoteles), potenciando su contribución económica, hacia las comunidades locales, pequeños negocios e incluso otros sectores productivos.
Las estancias de corto plazo se han establecido como un facilitador de la actividad turística al interior de aquellos estados que registran un menor flujo de turistas tal es el caso de Colima, Morelos, Tabasco y Yucatán, estados que se encuentran entre los primeros 10 con menor llegada de turistas pero que registran una mayor proporción de estancias de corto plazo.