/ martes 29 de noviembre de 2022

Hace 20 años se robaron a San Antonio; ya regresó a Jiutepec

Con fuegos artificiales, banda de viento, aplausos, alegría, porras y mucha curiosidad, recibieron las más de 300 fieles a su santo en el zócalo de ese municipio

La imagen de arte sacro data del siglo XVII, mide aproximadamente un metro con 50 centímetros de altura y tiene un recubrimiento de oro de 24 kilates /Agustín Espinoza | El Sol de Cuernavaca

Valeria Díaz | El Sol de Cuernavaca

Este 29 de noviembre, después de 20 años, la escultura de San Antonio de Padua volvió a su casa, en la parroquia de Santiago Apóstol en Jiutepec.

Con fuegos artificiales, banda de viento, aplausos, alegría, porras y mucha curiosidad, recibieron las más de 300 personas a su santo en el zócalo de ese municipio y lo acompañaron a manera de procesión hasta la iglesia, lugar en el que se ofició una misa en su honor.

“Bienvenido a tu casa, San Antonio, gracias a Dios estás de vuelta”, se escuchaba entre los gritos de euforia que había en el lugar.

La procesión no fue con la imagen expuesta al público, debido a las condiciones en las que fue encontrada, mismas que de acuerdo con restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), San Antonio no podía salir en procesión, por lo que fue llevado en a bordo de una camioneta hasta la entrada del la parroquia cubierto por una caja de madera, para después ser trasladado a pie con la ayuda de 4 hombres del INAH hasta la capilla temporal que se habilitó en la iglesia de Santiago Apóstol, luego de que este monumento histórico quedará dañado por el sismo del 19 de septiembre de 2017.

De acuerdo con expertos del Instituto, la imagen de arte sacro data del siglo XVII, mide aproximadamente un metro con 50 centímetros de altura y tiene un recubrimiento de oro de 24 kilates, misma que fue robada de su templo, Santiago Apóstol, en el año 2002. Las autoridades de Estados Unidos informaron al INAH que esta escultura fue donada por un coleccionista privado y en 2019 se identificó que era originaria de México y se inició el proceso para ser devuelta.

Para hoy celebrar que está de nuevo ante los fieles, tuvieron que pasar 20 años; el gobierno de los Estados Unidos a través del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), fue quien la detectó en el Museo de San Ángelo, en Texas y gracias a la alerta que había emitido el INAH, la pieza fue entregada a autoridades mexicanas en el mes de agosto, pero regresó a su lugar de origen hasta el 29 de noviembre del 2022 por los trabajos de restauración que hubo que hacerle, ya que durante 20 años no se le dio mantenimiento a San Antonio de Padua.

“Hicimos la conservación básica y la restauración está al 50% por la premura de entrega”, informó el INAH.

Durante la ceremonia de entrega, los fieles tenían sus teléfonos con la cámara lista para capturar el momento en el que su santo se ensamblara en la parroquia, con cantos y aplausos esperaron el momento histórico.

Dicha ceremonia que fue encabezada por Víctor Hugo Valencia Valera, titular del INAH de Morelos, Rafael Reyes Reyes, presidente municipal de Jiutepec, también se contó la presencia de la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Fraustro Guerrero, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, el presbítero, Tomas Toral. De igual manera asistió el secretario de Gobierno, Samuel Sotelo Salgado y la secretaria de Turismo y Cultura, Julieta Goldzweig Cornejo.