Ante las manifestaciones de grupos feministas denominados "Marea Verde" o "Pañuelos Verdes", quienes exigen la legalización del aborto en México y Morelos, el vicario de la Diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, catalogó esta búsqueda como un capricho que pone al país en un caos.
Precisó que este tipo de manifestaciones donde en lugar de buscar La Paz y defender la vida, emplean la violencia (como ocurrió en la Ciudad de México) deja mucho qué decir y desear.
No obstante, el padre refirió que la despenalización del aborto no puede definirse como un derecho hacia las mujeres, debido a que la misma ideología de género en la actualidad se está aprovechando asegurando es un derecho aunque el ser humano no se debe a sí mismo.
Indicó que la iglesia católica a través del CEM y el secretariado ejecutivo de la Comisión Episcopal se conduele con las mujeres cuando ha sido vejada o atentada; sin embargo, seguirán insistiendo en legislar en favor de la vida, al no ser el aborto legal una solución.
El también rector de Catedral hizo un llamado para que se dejen guiar con la verdad, sin tomar justicia por sus propias manos:
Dejen ya de engañarse y dejen de engañarse por la ideología que no nos lleva a nada, no lleva al bien. Ustedes mismas han sido creadas y procreadas en una familia, están aquí porque Dios lo ha querido. No ataquen al inocente, no asesinen al inocente que traen en sus vientres
Pide diócesis abandonar la indiferencia
En la homilía de este domingo, el obispo Ramón Castro Castro, informó que la Diócesis de Cuernavaca estará incluida en la nueva provincia metropolitana con sede en Toluca.
Frente a cientos de fieles de todas las edades, quienes se reúnen cada domingo en Catedral de Cuernavaca, monseñor los llamó a no ser indiferentes y evitar la ceguera hacia el prójimo, "la ceguera para ver las necesidades de los lázaros del Siglo XXI en una gama enorme. Lázaros que no sólo no tienen que comer materialmente, nuevos lázaros que espiritualmente están también hambrientos".
Esto luego de recordar la parábola de Epulón y Lázaro. La pobreza no condujo al cielo a Lázaro sino su humildad; las riquezas no impidieron a Epulón, el rico, entrar en el seno de Abraham sino su egoismo e indiferencia, aseguró.
El líder religioso urgió a los feligreses derrumbar el doble cristal que podrían tener para evitar oír los gritos de aquellas personas que están sufriendo.
