Las suspensiones a la reapertura de negocios no esenciales en Cuernavaca y Cuautla dictadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, evidencian la falta de coordinación entre los niveles de Gobierno, que ha llevado a conflictos sociales y produce graves afectaciones a la ciudadanía, coincidieron empresarios y científicos. Mientras, una nueva movilización tomó las calles de Cuernavaca exigiendo el levantamiento de las restricciones a actividades no esenciales en Cuautla, en la que fue una quinta manifestación de grupos diversos con una única demanda: “déjennos trabajar”.
Pero el semáforo sigue en rojo y frente a los acuerdos de cabildo que permitieron la reapertura, el Gobierno del estado inició una controversia constitucional y que fuera la Corte quien determinara si la norma sanitaria federal y el decreto del Gobierno estatal para la suspensión de actividades no esenciales debiera prevalecer sobre la resolución de los cabildos. En medio de esta discusión, el número de contagios y muertes por Covid-19 se sigue incrementando, alcanzando más de tres mil contagios acumulados y casi 700 defunciones. Los contagios en las últimas dos semanas aumentó en más de 800 y los decesos en 60 por ciento de lo registrado al 18 de junio.
Aunque la resolución de la Corte no es definitiva, sino cautelar y vigente hasta que se resuelva el fondo del asunto, para el Gobierno estatal es un hecho que se les dará la razón, por lo que el martes y miércoles repitieron que los municipios están obligados a acatar las disposiciones sanitarias establecidas por los gobiernos estatal y federal. Frente a ello, los ayuntamientos esperan aún ser notificados oficialmente para fijar postura al respecto.
Mientras tanto, cientos de comerciantes provenientes de Cuautla arribaron a la capital del estado para pedir una respuesta a las autoridades; los trabajadores y propietarios de establecimientos llegaron al Centro Histórico poco antes de las 10:00 horas en al menos cuatro autobuses que llegaron a El Calvario.
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