El pasado fin de semana al menos dos personas en situación de calle perdieron la vida; los hechos se registraron en el poblado de Ahuatepec y uno más en avenida Morelos, en el centro de Cuernavaca.
El primer caso se registró luego de que un autobús de la línea Tepoztlanes atropelló a Héctor, una persona que, de acuerdo con vecinos, pasaba la mayor parte del tiempo en la calle. Afirman que, pese a tener una vivienda, nadie se hacía responsable de su salud y frecuentemente pedía dinero para sobrevivir.
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El segundo hecho se registró en el centro de Cuernavaca, cuando vecinos de la zona se percataron que el hombre se encontraba en la calle sin signos vitales. Autoridades de emergencia acudieron al lugar solo para confirmar el deceso del hombre.
En octubre de 2023, en la misma zona se registró el deceso de otro hombre en situación de calle.
El número de decesos de personas en situación de calle cada vez es más constante, particularmente en la zona centro de Cuernavaca, donde durante el último año se han registrado al menos cuatro casos.
Hay más indigentes en Cuernavaca
En el centro de Cuernavaca y la periferia cada vez es más constante observar a personas en situación de calle. Familias completas se han apropiado de algunos espacios en la vía pública para vivir y sobrevivir.
Ejemplos hay muchos: En la barranca que se ubica frente al museo Juan Soriano, sobre avenida Adolfo López Mateos, donde se puede observar a un gran número de personas que se apropiaron de la zona; el camellón que se encuentra en la salida de la autopista rumbo a Plan de Ayala, casi frente al IMSS, también han sido lugares que las personas en situación de calle han elegido para refugiarse ante la falta de un hogar.
En la avenida Morelos norte es común ver a gente en situación de calle, incluso se agrupan a la altura del parque San Juan; acumulan cartón, cobijas y otros objetos para pasar la noche. En el camellón que está a la altura del edificio de la Guardia Nacional, en el boulevard Cuauhnáhuac, hay también un asentamiento de personas sin vivienda que han creado entre los árboles un espacio para vivir.
Este fenómeno incrementó luego de la pandemia por la Covid-19, dice el activista Alfonso Leija. Recordó que previo a la contingencia sanitaria, deambulaban personas solas por las calles; sin embargo, ahora son familias completas las que se refugian en las calles.
Después de la pandemia comenzaron a aparecer niñas y niños que antes no se veían en los cruceros. Eran jovencitos que estaban en mala situación, pero ahora se incrementaron. Vemos carpas alrededor de los puentes, donde hay familias, no solamente jóvenes que se perdieron en las drogas o el alcoholismo, sino que cada vez hay más.
Lo más preocupante, dijo, es que nadie se ha preocupado por este sector de la población, ni autoridades ni la sociedad en general. Particularmente por los menores, quienes no cuentan con un futuro que prometa mejorar su futuro.
“No ha habido un recuento, nadie se ha preocupado por estas personas, en el caso de las niñas y niños si han ido a las escuelas o no van, ¿Qué comen? ¿Cómo viven? En realidad, yo creo que hace falta mucho por entender y estudiar. Espero que podamos tener la capacidad de poder contabilizar a estas personas”.
Necesario, dotar de oportunidades a menores
El activista asegura que es necesario comenzar un recuento de estas personas y a partir de ahí comenzar a realizar acciones, como darles estudio a los menores y generar fuentes de empleo para comenzar a darles oportunidades, de las cuales hoy no cuentan
“Nadie se ha preocupado por ellas y ellos, pero sí tenemos la obligación. Si no lo hace el sistema, sí la sociedad civil para entender todos esos procesos y encontrar una solución de la mano con las autoridades, por lo menos fuentes de empleos; en el caso de los pequeños, que puedan ir a la escuela a defenderse mejor de la vida”.
El último estudio con el que se cuenta para contabilizarlos data del año 2020, el cual pertenece al censo de Población y Vivienda, y en el que se registraron en todo el estado de Morelos 122 personas en situación de calle; la mayoría se concentraron en Cuernavaca, con al menos 91.
De las más de 100 personas en situación de calle, el grupo más grande su edad oscila entre los 30 a 59 años, únicamente contabilizaron a una persona por debajo de los 15 años, sin embargo, entre los 15 y los 29 años había 24 personas. De 122 personas en situación de calles, al menos 114 eran hombres y 8 mujeres, entre los 39 a los 60 años y más.
Rechazan ayuda del Ayuntamiento, dice el alcalde
El alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, aseguró que el Ayuntamiento, a través de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, ha ofrecido apoyo a las personas en situación de calle durante los operativos de recuperación de espacios públicos; sin embargo, la mayoría de las personas rechazan la ayuda.
Aparentemente no tienen una casa o a vivir con familiares. Cuando tratamos de hacer rescate de espacios se les invita a qué regresen con sus familiares, pero solo se van unos días y vuelven a estos espacios. Cuernavaca no se hace cargo específicamente de personas indigentes ni de albergues.
Dijo que el Municipio se encuentra limitado en ofrecer un hogar o tratamiento para las personas en situación de calle, ya que, asegura, es competencia del Gobierno del Estado, mismo que, aclaró, también carece de un plan específico para apoyarlos.
Con información de Valeria Díaz