Hoy se inaugura en Tepalcingo la Feria del tercer viernes de Cuaresma, tradición que cuenta con más de 300 años, y a la que se dan cita miles de peregrinos y turistas en las inmediaciones del Santuario de Jesús de Nazaret ubicado en este municipio.
Esta feria se celebra por más de 15 días, congregando a peregrinos de diversos estados como Puebla, Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, entre otros, quienes rinden culto a la imagen del señor Aparecido con sus bailes y trajes tradicionales.
La feria no es sólo un evento religioso, sino también una fiesta y alegría, los puestos del tianguis ofrecen a los paseantes sus mercancías, que van desde dulces de maguey hasta huaraches.
Es una feria cultural y religiosa muy importante, inició hace más de 300 años con la imagen del Señor Aparecido, desde ahí se trasladó a la Iglesia de Santa Cruz y después a la Iglesia de San Martín; y posteriormente se le edificó el santuario, que ahora está en reparación por los daños del sismo, pero cada año recibimos a miles de personas que vienen a vivir un experiencia única
Erubiel Sánchez Vergara, regidor de Tepalcingo.
El calor de marzo, no es impedimento para la gente, pues suelen recorrer las grandes cuadras de la feria para llegar al santuario, que los espera con sus lindos decorados para que depositen sus veladoras y para que los clérigos los bendigan.
“La Secretaría de Turismo Federal recientemente implementó el Turismo Religioso como nuevo producto, y parte de lo que vamos a hacer es incluir a Tepalcingo dentro de este circuito a nivel nacional, porque acuden al evento más de 14 estados, a nivel de la región centro del país es una de las más importantes peregrinaciones”, informó Margarita González Saravia, secretaria de Turismo y Cultura del Estado de Morelos.
Según la historia, se cuenta que al ver la gran cantidad de peregrinos que llegaban a visitar al Nazareno, el jefe político del pueblo de Zacualpan solicitó que la imagen fuera llevada a su población.
Los pobladores de Tepalcingo se opusieron a quedarse sin el Nazareno, sin embargo, se decidió que fuera llevado al pueblo de Jonacatepec, cuando la imagen sería trasladada, al llegar al atrio de la iglesia, se volvió tan pesada que fue imposible cargarla y al querer regresarla al interior del templo no pudieron moverla; la imagen sólo se volvía liviana cuando era llevada a la plaza mayor. De esta forma, los pobladores entendieron que era voluntad de Dios que la imagen permaneciera en Tepalcingo y que debían construirle un templo en ese lugar, el cual se empezó a construir en febrero de 1759. Debido a la gran cantidad de peregrinos que llegaban a visitar la imagen del Nazareno, se mandó a hacer una imagen de mayor tamaño en pasta de caña para reemplazar la pequeña imagen aparecida.
Durante la feria, se concentra una gran cantidad de comerciantes de Morelos y Guerrero, principalmente de Huazulco, Olinalá y Copalillo, quienes traen a comercializar sus artesanías de barro, jícaras, lacas, máscaras, juguetes y dulces tradicionales.
La feria de Tepalcingo es un herencia que le da identidad al pueblo, donde se preservan las tradiciones y costumbres, es un legado compartido con otras regiones donde la fe se hace presente.
A pesar de sus tres siglos de existencia, esta tradición tan arraigada en la sociedad no parece mostrar signos de extinción, pues crece año con año.
Debido a la gran cantidad de peregrinos que llegaban a visitar la imagen del Nazareno, se mandó a hacer una imagen de mayor tamaño.