Cuando los pobladores de Hueyapan escucharon hablar por primera vez del superadobe, su primera reacción fue dudar; aunque muchas de sus casas, destruidas por el terremoto del 19S, estaban construidas con adobe, la idea de utilizar una nueva técnica hizo que la gente se preguntara qué tan seguro sería.
Un año después, este proyecto de bioreconstrucción, traído a Morelos por el ambientalista Cato Arce a través de la agrupación Moradas Verdes, sigue edificando casas en este pueblo ubicado en las faldas del volcán Popocatépetl.
CATO ARCE, UN HOMBRE DE TIERRA
Para hablar del superadobe en Hueyapan hay que conocer a Cato Arce. Nacido en la capital del país, Arce se considera a sí mismo un ciudadano del mundo, a pesar de ser licenciado en Relaciones Internacionales y tener un posgrado en Comercio Internacional, Cató llegó a un momento de la vida en que no se sentía satisfecho con su empleo y decidió dejarlo todo para emprender un viaje que duró 10 años.
Fue en Nepal donde tuvo su primer encuentro con el superadobe, una técnica que, metida en costales, usa la tierra para construir casas sismoresistentes y amigables con el medio ambiente, además de tener cualidades térmicas.
Actualmente, tres familias de Hueyapan han reconstruido sus hogares gracias a los conocimientos de Cato Arce, quien llegó a esta región del estado durante la contingencia causada por el terremoto, y hay nuevos proyectos en puerta.
"Ya formamos una cuadrilla de bioconstructores, son jóvenes a quienes he ido entrenando y llegaron a la primera construcción y siguieron en la segunda y la tercera, y dos de ellos ya están listos para empezar las siguientes dos casas que vamos a iniciar en un par de semanas", refiere Cato.
UN AÑO DE CONFIANZA
Habitado por familias indígenas, el pueblo de Hueyapan fue uno de los que más daños tuvo después del 19S. En su momento, hubo quienes atribuyeron los daños al hecho de que las casas tenían décadas de antigüedad y estaban construidas con adobe. Dichas afirmaciones hicieron que la gente tuviera miedo de volver a construir sus casas con tierra, afirmación que las agrupaciones Moradas Verdes y Guadalupe Madre Tierra buscan revertir para devolver a la gente su confianza en el suelo, tan fértil en esta región del mundo.
"Es una autoconstrucción que levanta el ánimo y la dignidad del ser humano", afirma el bioconstructor, quien se dice agradecido con el apoyo que ha recibido por parte de amigos y colaboradores a nivel internacional.
Cabe destacar que el superadobe es considerado por los especialistas como una técnica no sólo ecológica, sino a prueba de sismos, con el beneficio de que permite construir viviendas de forma rápida y poco contaminantes, con ahorros en el sistema de calefacción y refrigeración.