En medio del conflicto que enfrentan actualmente los activistas Teresa Castellanos y Jaime Domínguez y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que los ha acusado por dañar las instalaciones de la planta termoeléctrica de Huexca, ambos fueron recibidos en las oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ONU-DH), Jan Jarab, en la Ciudad de México.
De acuerdo con el propio organismo, durante dicha reunión, en la que también participó la activista Samantha César Vargas, los opositores a la termoeléctrica transmitieron "su preocupación por los procesos de criminalización que han vivido a raíz de su labor como personas defensoras de derechos humanos".
Como resultado de esa reunión, el Alto Comisionado se habría comprometido a intervenir en la resolución del conflicto entre los activistas y la CFE, quien pide 69 mil pesos para reparar los daños causados a la planta durante una protesta realizada el pasado 10 de abril. Sin embargo, Teresa Castellanos asegura que ellos no hicieron las pintas de las que se les acusa.
Dijeron que el respaldo está y que cuando lo requiramos, ellos van a estar apoyando
Teresa Castellanos, habitante de Huexca
Se espera que este jueves los dos activistas sostengan una mesa de conciliación con la empresa estatal, en la ciudad de Cuernavaca, luego de un primer encuentro en el que se planteó la cantidad de 69 mil como alternativa para evitar que la acusación se judicialice.