La titular de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Morelos (Propaem), Blanca Selene Corona Marquina, señaló que las inspecciones que se han realizado en los tiraderos a cielo abierto que existen en Morelos han derivado en la detección de irregularidades, lo que se traduce en multas para quienes son sus propietarios y también en su suspensión.
Sobre todo en la zona sur, sur poniente y norte, ahí nos estamos enfocando sobre estos tres rubros (rellenos sanitarios, tiraderos a cielo abierto y centros de transferencia), hemos encontrado algunas irregularidades que también son objeto de procedimientos administrativos, los cuales ahorita los estamos desahogando, y nos faltan por supervisar e inspeccionar, dijo.
Actualmente, en Morelos existen de 18 a 21 tiraderos a cielo abierto. La variación en la cifra se debe a que ocasionalmente se detecta la aparición de nuevos lugares de este tipo, mientras que otros son suspendidos.
Hemos procedido a hacer la suspensión como medida de seguridad; derivado de las inspecciones hemos encontrado faltas que originan una contaminación y que sí es necesario que la parte visitada y el municipio hagan acciones correctivas para evitar que sigan contaminando, señala Corona Marquina.
En el caso de los tiraderos, éstos tienen que cumplir con la NOM-083 de la Semarnat, que dicta las especificaciones de protección ambiental para los sitios de disposición final de residuos sólidos urbanos y de manejo especial.
El papel de los ejidatarios
Durante las inspecciones que ha realizado, la Propaem ha hallado predios ejidales que fungen como receptores de escombros y otros desechos. Si bien no se trata de tiraderos, la dependencia busca evitar con el tiempo se conviertan en nuevos focos de contaminación ambiental:
Hemos visto algunos sitios donde sí se está depositando basura pero de manera aislada, por parte de particulares, donde avientan escombro, pero ahí se hace la inspección contra el propietario, y hay que ver que el propietario tiene la responsabilidad de cuidar su predio, muchas veces son ejidatarios, y ellos a través del ejido tienen que cuidar que no se haga como un tal un tiradero.