Un grupo de jóvenes originario de la comunidad deCoaxitlan formaron una banda musical de viento llamada “ElRinconcito”; ellos encuentran en la música un refugio y laesperanza de ser contratados para las fiestas patronales ofamiliares, pero les faltan instrumentos para ser más.
En la localidad del municipio de Tlaquiltenango, enla Reserva de la Biosfera de la Sierra de Huautla, un grupo dejóvenes se reúne en los ensayos para arrancar los acordes dejocosas canciones de banda que están de moda.
Son los jóvenes de la Banda “El Rinconcito”,nombre que le han dado en referencia su lugar de origen, Coaxitlan,un rinconcito del estado de Morelos.
Resueltos a que perdure el gusto por la música debanda de estos pueblos donde más que la televisión escuchanradio, son apoyados por sus propias familias con la intención deincentivarlos a que no emigren, especialmente por su apego a lamúsica de arraigo que alimenta su gusto por amenizar las fiestasdel pueblo, bodas, XV años y otras particulares.
Pero a la banda de viento le hacen falta instrumentosmusicales, para que resuenen con más fuerza en los eventosculturales y las fiestas.
Además, quieren tocar y generar sus propias fuentesde empleo que les permitan apoyar a sus familias.
Sin embargo, no esperan sólo el apoyo de lasautoridades, sino de particulares y organizaciones sociales quequieran donar instrumentos y contratarlos para generar sus propiosingresos.
La banda requiere de instrumentos de aliento ypercusión, tales como clarinete, saxofón tenor, saxofónbarítono, trompeta, trombón, timbal, tambor redoblante, bombo,platillos y güiro, pues los actuales ya tienen mucho tiempo deuso.