A un mes de verse obligados a abandonar sus viviendasy palapas por la creciente de la laguna, siguen sin recibir apoyode Protección Civil (PC) y autoridades municipales; mucho menoshumanitario o un albergue.
Se refugian con conocidos y familiares, sin podertrabajar. El edil de Miacatlán, Francisco León y Vélez Rivera,minimizó el problema que vive este sector.
La creciente nunca había alcanzado tal nivel.Reconocen que se acercaron demasiado a las riveras de la laguna,incluso en 1987 se secó, sin embargo, lucharon porrecuperarla.
De un total de 43 palapas en torno a la laguna deCoatetelco, Miacatlán, 35 lo perdieron todo. Viviendas y fuentesde empleo están cubiertas por la histórica crecida.
Pobladores, en elolvido Estela Roberto, con lágrimas nos muestra lacasa donde vivía con sus seis hijos.
“No tenemos dónde vivir”, dijo al lamentar que el gobiernolos han ignorado; están abandonados desde hace un mes.
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Alicia Andrés siente no sólo haberse quedado sin empleo: lagente de Coatetelco les dio la espalda, “tengo 35 años viviendoaquí, y el agua estaba muy abajo. Queremos recuperar nuestrascasas y negocios; que se desagüen, pero los del ejido noquieren".
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Gregorio Salvador asegura que la laguna rebasó su nivel:
"Necesitamos que nos reconozcan y apoyen. Fuimos con el directorde Protección Civil y prometió ayudar, pero no vemos nada: no noshan dado despensas ni cobijas”.
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El presidente municipal, Francisco León y Vélez, "se hace dela vista gorda. No ha auxiliado. Las pocas palapas donde echarontierra son las menos afectadas: perdimos todo, requerimos unlotecito”, comentó Salvador al informar que 35 palapas no estánfuncionando y las familias no tienen cómo sobrevivir.
"Necesitamos que nos otorguen lo que perdimos o un programa devivienda, porque no hay ni albergue, tampoco ayuda para sacar loque se echó a perder", manifestaron al solicitar que autoridadesse sensibilicen y vean la desgracia.
Desde la orilla se miran las palapas con gran cantidad de agua,pero un recorrido en balsa evidencia la dimensión. Algunas yafueron desmanteladas; otras casitas están cerradas, aún guardanlas pertenencias de sus moradores.