El corazón de Cuernavaca alberga un pequeño espacio donde puedes vivir todo tipo de aventuras, conocer otros países y lugares de fantasía, recordar viejos momentos o simplemente disfrutar de la compañía de un buen libro o disco, hablamos de Casa Poletti, la cual está a cargo de una tercera y cuarta generación de libreros, quienes han tenido que hacer hasta lo imposible por mantener a flote este negocio en un momento donde la pandemia no era el único problema.
Sobre avenida Morelos Sur, en el centro de la ciudad, el número 331 cobija a Casa Poletti donde puedes encontrar mucho más que libros y discos usados, te ofrece una experiencia única al poder hallar aquel ejemplar antiguo y primeras ediciones tan codiciadas que buscaste por años, obras descatalogadas o difíciles de encontrar, ediciones agotadas que no encuentras en el resto de las librerías.
Para un buen bibliófilo o simplemente quien tenga el hábito por la lectura y el gusto por la música y antigüedades, Casa Poletti debe ser su opción preferida, contando con artículos a bajo costo y para todos los gustos. Mientras decides qué adquirir y haces tu compra, música clásica que emana de un disco vinil te acompaña.
Hace 16 años, Alberto Poletti abrió este negocio en la capital del estado con el objetivo de llevar la cultura a todos. La idea nació al provenir de una generación de libreros, pero sobre todo porque su amor por los libros lo ha acompañado a lo largo de su vida.
Su abuela, Clara Bazán Huerta abrió la primera librería de su familia en la Ciudad de México en 1918. Posteriormente, su padre Alfonso Poletti Bazán continuó este oficio que ha pasado ya a una cuarta generación con su hijo Carlo Poletti, quien está muy involucrado en este mundo de los libros.
En su haber como dueño de librerías de viejo (como se podría llamar a este tipo de negocios), Alberto Poletti fundó también en la capital del país algunos negocios relacionados a este giro, particularmente en el Centro Histórico en la calle de Donceles, muy reconocida por toda la gente que le gustan los libros, “invento maravilloso del ser humano”, afirmó.
La construcción de una casa lo trajo a la Ciudad de la Eterna Primavera, que lo atrajo, contó, por su clima pero sobre todo el movimiento cultural-literario tan importante que hubo hace algunos años en el estado que tuvo tanta tradición y que lamenta hoy esté perdido, aunque, reconoció, se debe recuperar.
Fue así como hace 16 años abrió una primera librería sobre avenida Morelos pero teniendo como vecino al parque Revolución, la renta, aunado a que el mundo de la cultura y lectura están sufriendo desde hace algunos años de la falta de interés de la gente, lo trasladaron a su local actual a unos metros de la central de autobuses Estrella Blanca.
“El libro no dejará jamás de existir porque hay un tema muy importante, el libro, cualquier libro que uno tome, cuando lo tenemos cada uno tenemos la magia de imaginarnos lo que estamos leyendo, es una de las partes más importantes del ser humano, la creatividad, la imaginación, la sabiduría se forja con eso. Lo qué somos innatos, la imaginación y la cultura es lo que nos da en parte”, expresó Alberto Poletti.
“la Covid-19 perjudicó aún más las letras en morelos”
Al no ser considerado una actividad esencial, en 2020 Casa Poletti tuvo que bajar sus cortinas alrededor de cuatro meses, lo que puso sal a una herida que estaba en el proceso de recuperación, buscando promocionarse, principalmente entre los jóvenes de ahora.
La Secretaría de Salud federal estableció acciones extraordinarias para atender la emergencia sanitarias, que en el sector privado implicó la suspensión inmediata de aquellos que no fueran de necesidad básica y primordial para la sociedad, entre ellos estuvieron las librerías, venta de discos y antigüedades.
“La pandemia ha sido demasiado complicada. Hemos sufrido mucho, incluso algunos otros libreros cerraron. Este tipo de librerías es el único en Cuernavaca que maneja este tipo de material, pero el Covid y la falta de promoción de este tipo de negocios, de la cultura, del libro en el estado, ha sido muy caótica”, exclamó.
La venta para Casa Poletti siempre ha sido “tranquila”, manteniéndose con esfuerzo, trabajo y dedicación buscando clientela como coleccionistas; sin embargo, la Covid-19 se ha traducido en ventas dramáticas. “De hecho, yo rento y hay muchas rentas atrasadas, situaciones con el casero y estoy tratando de buscar una solución pero si la situación sigue así tendré que cerrar”.
Si bien cerró por aproximadamente cuatro meses, la necesidad lo hizo abrir nuevamente con regañadientes y amenazas de las autoridades de clausurarlo, pero, dijo, “tenía que comer”.
“Las personas de gobierno vinieron y dijeron 'cierre' pero no podía hacerlo, teníamos que comer y el gobierno no ayudo en nada, absolutamente nada”.
Necesario, acercar la cultura a los jóvenes
La falta de clientela y de ventas ocasionaron el despido de personal. La pandemia, a decir del comerciante, los ha golpeado muy duro, en un momento donde la falta de incentivos para que la gente se acerque y esa sed de aprender, de la lectura, son inexistentes en el estado.
“A México uno de los factores que le faltan mucho es cultura. Es doloroso cómo la juventud se está yendo sobre una situación superficial, solo viven la vida rápido y no quieren saber ni de historia pero necesitan conocerla porque es una parte de nuestra evolución”.
¿La solución?, manifestó sin dudarlo Alberto Poletti, es que el gobierno los apoye, ¿cómo?, promocionando y dándole publicidad a este tipo de negocios que ofrecen artículos a muy bajo costo pero que sirven para todos.
Y es que aquí se venden libros históricos para investigadores e historiadores, para quienes están haciendo sus maestrías o posgrados, libros a partir de 10 pesos en adelante, preparando y generando consciencia entre los jóvenes.
“La cultura impresa nunca dejará de existir. Hay tanta sabiduría en ellos y sobre todo la importancia es la creatividad y la imaginación que tenemos como seres humanos. El internet no nos lo va a dar, el internet nos da ya las imágenes puestas y eso no es malo, pero el libro nunca morirá”, expresó Poletti.
Consciencia cultural, clave para acabar con la violencia
“Para quitar los robos, la violencia y la falta de valores necesitamos prepararnos, tener consciencia de la cultura que nos da eso, las virtudes nos regresan a lo que somos, unos seres humanos con ética, valores, con esa parte tan bella que son los seres humanos. La cultura es un elemento ideal, formidable. Para que un pueblo pueda avanzar se necesita tener criterio y estar preparados culturalmente para todo”, admitió Alberto Poletti.
Por ello, en Casa Poletti podrás encontrar una variedad de libros que abarcan hasta 25 mil volúmenes; discos-vinil, arte, timbres, monedas, antigüedades, coleccionables y más.
Aquí puedes vender tus libros y discos que tal vez tengas arrumbados, dándoles una nueva oportunidad para que caminen y lleguen a otras manos que deseen y mueran por poseer.
El libro, refirió el experto, tiene que tener un ciclo, tiene que caminar y que la gente lo use, lo lleve, “que gusto me daría ver que los jóvenes carguen un libro porque el libro es tan fácil de abrir en donde sea y donde lo abras ya te está dando algo, te está diciendo algo, te está aportando algo”.
Tras largos años, Casa Poletti está posicionada en el mercado, visitándolos hasta personas de otros estados en busca de artículos únicos.
Casa Poletti se ubica en avenida Morelos Sur #331, colonia Centro en Cuernavaca, Morelos. Tiene un horario de lunes a sábado de 11:00 a 19:00 horas y se encuentran también en redes sociales con el mismo nombre.
