La instancia encargada en México de llevar un registro sobre las empresas que son amigables con el medio ambiente, es la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en el caso de Morelos sería la de Economía y Trabajo; sin embargo, esta dependencia no tiene número al respecto o al menos no actualizados.
Para que las empresas sean reconocidas en este ramo como ambientalmente responsables, deben de certificarse en el Sistema de Gestión Ambientas ISO 14001, que ayuda a corregir todos los procesos para transformarlos más eficientemente.
En contraste, algunas organizaciones ambientalistas consideran que la mayoría de las compañías que no han cambiado sus procesos a fin de reducir los índices de contaminación en Morelos son una gran mayoría.
Daños perceptibles
En algunos casos el impacto a la ecología es fácilmente perceptible, principalmente en las zonas industriales como en Civac, de acuerdo con Flora Guerrero, de la organización civil Guardianes de los Árboles.
“No soy experta en esta materia, pero por ejemplo hay una empresa en Jiutepec que por la noche suelta un olor como a medicina e invade todo el oriente de Cuernavaca, incluso hasta la barranca Chapultepec, por donde yo vivo, y a veces hay que cerrar las ventanas por el olor tan molesto y penetrante”.
Otra es Cementos Moctezuma, que a pesar de estar certificada como una empresa ambientalmente responsable, entre sus procesos se encuentra la quema de llantas de automóviles.
“Entonces todo lo que echan en los chacuacos son partículas, que según los especialistas han dicho, son cancerígenas, a pesar de que se percibe como humo gris que contamina al medio ambiente. Entonces yo creo que muy pocas, contradijimos son las que realmente cuidan el ambiente. Valdría mucho la pena hacer un estudio porque son contadísimas las empresas responsables”.
Una más son las textileras, que en Cuernavaca han generado la coloración de la barranca Chapultepec y Rivetex; sin embargo, el daño al medio ambiente no solo se mide en producir de contaminación sino también en destruir las áreas naturales.
“El nivel de conciencia de las empresas es bajo, incluso las empresas constructoras son terriblemente destructoras. O sea, debemos hacernos la pregunta sobre qué empresa es ambientalmente responsable, qué empresa no tala árboles, no invade zonas federales. Lo qué pasa es que no hay un control real de los tres niveles de gobierno”, afirmó Flora Guerrero.
Zonas rurales contaminadas
En las zonas rurales el panorama es el mismo y más perceptible, de acuerdo con Jaime Dominguez, integrante del Frente en Defensa del Agua y la Tierra en Morelos, quien coincidió que no existe una regulación.
“Al final de cuenta a los empresarios lo que les interesa es el dinero, no les interesa si vierten sus aguas residuales en algún río, al final de cuenta lo que predomina es es la ganancias y ellos, los empresarios, no viven donde se encuentran las áreas contaminadas. Es la ganancia a cambio de todo y las consecuencias son el cambio climático”.
Empresas cambian proceso
Entre algunas de las empresas que se han comprometido con el tema que existen en Morelos es la planta de Bimbo, cuenta con plantas de tratamiento al interior de su planta para reutilizar el agua en sus procesos y está buscando crear energía eléctrica limpia.
Grupo Corona se sumó dejando atrás los plásticos en sus empaques de cerveza. Cemex en Morelos utiliza también energía eléctrica de parques eólicos. Otras compañías se han comprometido a cambiar sus parques vehiculares para adquirir la tecnología más nueva en transportes, a fin de reducir las emisiones contaminantes.
Trámites burocráticos
Sin embargo, en muchas de las ocasiones lograr cambiar los procedimientos comunes a ambientales resulta ser muy tardado y complicado, de acuerdo con Iván Elizondo Cortina, presidente en Morelos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacitra).
“No estamos en contra de las normativas, pero requerimos de más apoyo, de sensibilidad y tiempo para poder cumplir con todo tipo de requisitos que nos fijan. La mayoría de nuestros agremiados cumplen con los estándares ambientales, pero el tema es cuando tienes que renovar algún permiso o iniciar algún otro”.
Destacó que algunas compañías se ven en la necesidad de contratar personal especifico solo para hacer uno de estos trámites debido a la complejidad que representa llevar a cabo algún tramite.
“Muchos trámites son en función de lo que se pretenda hacer, por ejemplo en la transportación de material peligroso, se debe de recurrir a dos o tres autoridades para obtener los permisos”.
Empresas 100% ambientales
Armando Haddad decidió emprender una empresa reciclable de plástico que actualmente lleva 15 años funcionando, pero se ha encontrado con muchas complicaciones, principalmente entre la ciudadanía.
“La falta de la cultura del reciclaje es muy grande, la falta de conocimiento y de clientela también, pues todavía algunos años era muy difícil poder vender un material reciclado porque la gente no tiene confianza. Pero al final es atrevernos a hacer algo diferente”.
Sin embargo, Armando Haddad señaló que es indispensable encontrar un equilibrio como personas entre el medio ambiente y la sociedad, pues actualmente se exigen muchos recursos al planeta, lo que ha generado que se pierda el balance con la ecología.
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