De acuerdo con el informe de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la tercera onda de calor comenzó el 1 de junio y terminó el 22 del mismo mes. Pero tan solo en un periodo de 15 días el calor causó la muerte de 12 vacas y caballos en el municipio de Tlaquiltenango, informó Christian Mishell Pérez James, presidente del Consejo Ganadero del Estado de Morelos, pues en la zona sur las temperaturas rebasaron los 40 grados centígrados.
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Arturo Ramírez Banda, comisariado ejidal de Tlayacapan, detalló que el campo tuvo bajas económicas, ya que por cada hectárea se invierten entre 30 y 50 mil pesos, pero como la lluvia se retrasó casi un mes las cosechas se perdieron.
Sulidey López, directora general de Educación Ambiental y Vinculación Estratégica de la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Morelos , aseguró que poco a poco las personas se dan cuenta de que los recursos naturales son un lujo que se agotan con el paso de los años.
“Las oleadas de calor y sequía prolongadas han generado el cuestionamiento, reflexión y la reafirmación en la población de que existe una alteración en los ciclos climáticos del planeta, lo que ha llevado a una preocupación genuina acerca de cómo podrían tenerse estilos de vida amigables con el ambiente y con ello disminuir y evitar la contaminación”.
Comentó que para fortuna de muchos, las personas viven un despertar de conciencia ambiental y animal.
Laura Elizabeth García, fiscal ambiental de Cuernavaca, señaló que los cambios bruscos del clima se deben, en gran medida, al actuar de la población que se les hace “fácil” tirar en la calle botellas de plástico, neumáticos y otros desechos.
"Hay que entender que la tala de árboles, desperdicio de agua y contaminación del ambiente tienen consecuencias, es por eso que debemos de ser responsables", agregó.
Y es que la tercera onda de calor dejó, entre otros saldos, al menos 14 casos de golpes de calor en los municipios de Jojutla, Jiutepec, Tlaltizapán, Tlaquiltenango, Xochitepec, Cuautla, Puente de Ixtla y Yautepec, informó la Secretaría de Salud Pública.
En la zona sur las temperaturas llegaron hasta los 44 grados con sensaciones térmicas sofocantes, como las que se vivieron en varios puntos de los municipios de Jojutla, Tlaquiltenango y Zacatepec.
Frente a este escenario, en Xoxocotla las mujeres han aprendido a racionar el agua ante las sequías, en virtud de que la pipa ahora cuesta más de 500 pesos, cuando antes estaban en 300 pesos.
Y es que con la ola de calor se agudizó la crisis hídrica en los ejidos de Tlaltizapán, rico por sus yacimientos de agua que sufrieron un marcado descenso en sus niveles y pusieron las hectáreas de tierras de cultivo en riesgo, según denunció el presidente del Comisariado Ejidal, Aristeo Rodríguez Barrera.
En Amacuzac, el señor Felipe Villalobos Labra dijo que debido a la ola de calor y a la falta de lluvias no han podido sembrar, por lo que tal vez este año no lo hagan para no arriesgar y perder su dinero.
Y es que en Huajintlán y Coahuixtla, poblaciones de este municipio, padecieron severos problemas de agua ya que a los pozos no se les dio mantenimiento de desazolve y su vida útil está por agotarse.
Mientras que en Jojutla ahora le apuestan a la tecnificación del campo para que los campesinos tengan menos exposición al sol, tras aprobarse en Cabildo la compra de un dron agrícola que, en minutos, fertilizará y fumigará los cultivos.
Francisco Curiel Pozas, ejidatario de El Jicarero, consideró que también deben dejarse las quemas de residuos cañeros y en su lugar reintegrarlos al suelo para frenar la erosión y empobrecimiento de la tierra
A su vez, Hugo Parra Castrejón, luchador e integrante de la Asamblea Permanente de Pueblos de Morelos, opinó que “el fondo de los problemas que vivimos es la falta de cultura ambiental".
Hoy, precisó, es “urgente cambiar hábitos para el cuidado del agua, así como reducir la basura que se produce, elaborar nuestras propias compostas y sembrar en macetas las hortalizas o tomar el ejemplo de los japoneses que tienen jardines hidropónicos. No tenemos que padecer la falta de alimentos si cuidamos el agua".
Jaime Juárez López, titular de la Comisión Estatal del Agua en Morelos, aseguró que es fundamental trabajar en dos sentidos: uno el ámbito preventivo y el otro de concientización:
“Debemos evitar los asentamientos en zonas marginales de los ríos y barrancas porque eso, aparte de que pone en riesgo a las propias personas, está provocando un cambio de las condiciones de escurrimientos naturales e impide la recarga natural de los acuíferos. Lo que hemos hecho es una especie de impermeabilización en los puntos que eran de recargas y con eso el agua circula a mayor velocidad, no llega a las barrancas, arroyos y ríos; va a desembocar a las costas y eso es gravísimo, no tenemos la posibilidad de recargar los acuíferos”.
Finalmente, Eduardo Galván Torres, director del Organismo Cuenca Balsas de la Conagua, reconoció que por el efecto de la onda de calor varios manantiales y yacimientos tuvieron abatimiento en razón de que se prolongó el estiaje.
Además, la condición actual que tenemos es de poca precipitación y no hay recargas en los vasos de agua, pero además hay una sobreexplotación de los manantiales que abastecen a las poblaciones y campos agrícolas.
Con información de Angelina Albarrán
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