Desde hace cuatro décadas Cuernavaca ha albergado a uno de los más singulares negocios en el estado, "Las Pollas de Obregón" a cargo de Don Vicente Guevara, quien desde muy pequeño decidió aprender a elaborar esta tradicional bebida mexicana hecha con azúcar, hielo, canela en polvo y yemas de huevo, lo que la distingue de los esquimos.
En 42 años "Las Pollas de Obregón" han logrado posicionarse en el gusto de los ciudadanos y visitantes por su sazón, lo que considera Vicente Guevara ha sido fundamental para seguir subsistiendo pese a la pandemia de Covid-19.
Al transitar por avenida Álvaro Obregón, una de las vialidades más concurridas en la capital del estado y pasando el semáforo del mercado de la colonia Carolina, se ubica a unos cuantos metros de lado derecho un local de antaño, donde los sabores se combinan y las anécdotas se hacen presentes, de cuernavacenses que desde pequeños visitaban en compañía de sus padres "Las Pollas de Obregón", teniendo que levantarse muy temprano para degustarlas al ser un desayuno rumbo a la escuela y el trabajo.
A los 23 años Vicente Guevara decidió por una necesidad ante la falta de trabajo transformar un gusto en un oficio, puesto que a muy corta edad probó su primera polla, en un negocio ubicado sobre avenida Morelos Sur, donde toda su familia se reunía.
Cuenta que ya más grande decidió pedirle a Don Beto, como era conocido el dueño de aquel negocio, que le enseñara a prepararlas, en especial porque al parecer se mudaría de la ciudad; fue así como Vicente Guevara, hoy de 65 años, comenzó el estudio para elaborar estas ricas bebidas mexicanas, que a su descripción, son únicas en Morelos.
La polla, bebida tradicional en los hogares mexicanos del pasado, se hace a base de leche, azúcar y el sabor que gusten, en "Las Pollas de Obregón" se cuenta con cinco sabores: chocolate, fresa, rompope, nescafé y vainilla. La polla es conocida por ser el tonificante de excelencia contra la resaca, pero de igual forma son parte de la alimentación de algunas personas.
Regularmente la venden en mercados y juguerías o fuentes de sodas; la diferencia con los esquimos, malteadas y licuados es que lleva yemas de huevo, lo que a su vez trae mayores beneficios nutrimentales, señala el comerciante, Vicente Guevara.
"Las Pollas de Obregón" no son la típica juguería, cuentan con un stand conformado por una llamativa colección de vehículos de diferentes tamaños, estilos, marcas y colores que dan la bienvenida a los clientes al pequeño local.
Tanto ha sido el reconocimiento del producto que ofrece Vicente Guevara que entre sus filas de clientes se han encontrado diversos personajes reconocidos en Morelos, entre ellos dos gobernadores como Marco Antonio Adame Castillo y Jorge Arturo Garcia Rubí.
Sin embargo, afirma que la emergencia sanitaria vino a cambiar por completo la vida de los morelenses, que a su vez afectó la operatividad y los ingresos del negocio; si bien los primeros ocho meses de pandemia no tuvo que bajar sus cortinas, las ventas alcanzaron apenas el 50 por ciento, pero al tener que cerrar en el mes de diciembre y enero, al volver Morelos a color rojo del semáforo epidemiológico, sus ingresos han llegado solo al 40 por ciento, “ya no es para enriquecimiento sino para sobrevivir”.
A pregunta expresa sobre su percepción de la contingencia sanitaria en 42 años dedicándose al comercio, refirió “de lo más horrible que se puda imaginar por la situación primero del temor y segundo por las muertes que ha habido, aquí nadie esta exento ni por edades ni por clases sociales”.
La situación económica de sus clientes ya no es la misma, ha bajado de manera considerable el poder adquisitivo, la situación económica es más precaria, sostuvo, lo que a su vez se observa en las ganancias.
Pese a ello, Vicente Guevara en ningún momento ha considerado cerrar definitivamente el negocio, al confirmar que es gracias al sazón y sabor que sigue ofreciendo desde el día uno lo que atrae a más consumidores, “vienen niños, jóvenes y adultos, es un negocio ya conocido de generación en generación”.
Hace 42 años "Las Pollas de Obregón" comenzaron a llamar la atención de los ciudadanos por el sabor y al ser un producto novedoso en Cuernavaca, en aquellos años, recuerda, había dos o tres negocios más pero que hoy ya no existen, prácticamente esta solo en el mercado, “solo en Cuernavaca se conoce este producto como pollas, hay muchas refresquerías que les ponen esquimos, licuados pero no pollas”.
Vicente Guevara no accedió a ningún apoyo por parte de las autoridades, detallando que fue por el temor de la corrupción que existe en la administración pública, tenía la desconfianza de que sí solicitaba ayuda y tal vez no se lo daban, después podrían obligarlo a pagar algo que no habría recibido, “por eso por miedo a esa corrupción no lo he hecho pero sí estamos buscando una situación de ayuda, si algún familiar o un conocido me dicen que me ayudan, claro que sí lo acepto”.
Vicente Guevara manifestó que es gracias a la misericordia de Dios que “Las Pollas de Obregón" se han mantenido frente a la adversidad que ha sido no solo la pandemia sino también la inseguridad y violencia que no han dado tregua al estado, “aquí solo la misericordia de Dios es la que nos sostiene”.
“Las Pollas de Obregón" se encuentra ubicada en avenida Álvaro Obregón, colonia Carolina, pasando el semáforo del mercado de la Carolina a un costado de una vulcanizadora y un cendi, en un horario de lunes a sábado de 6 a 11 de la mañana. La polla tiene un costo de 26 pesos con un huevo y 28 pesos con dos huevos.