Al tomar posesión del cargo de directora del Instituto de Biotecnología (IBt), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UAEM), Laura Palomares, comprometió a convertir al instituto en un ente más cercano a la población del estado de Morelos en donde lleva asentados ya casi 40 años; la sinergia con la sociedad, académicos, e instituciones públicas será la clave para llevar a cabo proyectos de largo alcance en materia de ciencia y tecnología, en donde si bien reconoce los recursos económicos harán más difícil la labor, tampoco será una justificante para no llevarlos a cabo puesto que siempre existen otras alternativas.
El pasado fin de semana la doctora Palomares se convirtió en la primera mujer en asumir el cargo de directora del IBt, y en este marco se comprometió a encabezar una dirección más cercana al cuerpo académico que ha puesto en marcha diversos proyectos como la vacuna contra Covid-19 fabricada por la misma UNAM, así como otros que podrían dotar a México de soluciones contra la pandemia.
“Resalta el trabajo del doctor Carlos Arias y Susana López, quienes han montado un método de diagnóstico basado en PCR en tiempo real (reacción en cadena de la polimerasa), trabajando en una secuenciación de los Sars-CoV circulantes en el país; la doctora Rosy Gutiérrez que trabaja en la creación de una base de datos”.
Otros investigadores están trabajando “como es el caso de Tonatiuh Ramírez que se ha dedicado al desarrollo de vacunas, la detección de anticuerpos, producción de terapia; Alejandro Aragón con el proyecto de inmunoterapia con sueros de caballo”, tan solo por mencionar algunos.
Respecto de las vacunas será un proceso largo, lento y “caro”, en el cual se comenzó a trabajar en el 2020 y que sigue a la fecha en el nivel de experimento en animales “por circunstancias económicas”, lamentó, al tiempo de comprometerse en el fortalecimiento de la infraestructura de evaluación de vacunas, los laboratorios de bioseguridad nivel 3, así como la parte analítica a fin de llegar al nivel de experimentos en humanos.
El fortalecimiento de la colaboración interna, externa e internacional del propio instituto serán uno de los puntos medulares de su administración, ya que de ello derivará que los académicos tengan las herramientas de trabajo que se demandan.
“La eliminación de los fideicomisos para ciencia y tecnología que se dio para este año nos afecta como a toda la ciencia en general, menos crítico que otras entidades porque no utilizamos las figuras de los fideicomisos, pero sin nos afecta por el apoyo que desaparece a la ciencia y la tecnología, nos tocará ser más creativos en la búsqueda de financiamientos”.
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